De entrada, automedicarse puede resultar perjudicial para la salud, pero es que si, además, abusamos de determinados medicamentos podemos caer en una seria adicción. Hablamos de los psicofármacos, a los cuales se suele recurrir para dormir mejor o para combatir la ansiedad, pero nunca deben tomar sin prescripción médica. Se debe recurrir a ellos de manera excepcional, y no como un hábito, ya que no solo nuestro organismo se acostumbrará y tendremos que ir aumentando la dosis, sino que este abuso puede afectar seriamente a nuestra salud. De manera casi involuntaria podemos caer en un círculo vicioso y peligroso del que resultará difícil salir sin ayuda. Vamos a ver más detenidamente cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento para esta dependencia.
Psicofármacos Hay que tener especial cuidado con los medicamentos que pueden ser adictivos. Los fármacos, en líneas generales, se pueden dividir en tres grandes categorías: neurolépticos y antipsicóticos; antidepresivos y ansiolíticos. La adicción comienza de la manera más inocente, por así decirlo, tomando un ansiolítico, por ejemplo, en dosis moderadas y con frecuencia limitada para combatir la ansiedad o el insomnio. Sin embargo, en algunos casos, cuando la ansiedad no remite, podemos caer en la tentación de ir aumentando la dosis, lo que nos hará más vulnerables a la adicción. Un aumento de las dosis es un mecanismo peligroso. Además, algunos fármacos, si se toman durante largo tiempo, pueden desencadenar un mecanismo de tolerancia; es decir, para lograr el efecto deseado es necesario aumentar la dosis. Todo esto influye directamente en la calidad de vida, que empieza a estar condicionada por los medicamentos o pastillas.
Síntomas La dependencia de los psicofármacos es comparable a adicciones. En primer lugar, el psicofármaco se convierte en una necesidad constante en el día a día, debiendo obtenerlo por cualquier medio, incluso a costa de saltarse las normas, como falsificar recetas. Otro síntoma típico es la reticencia: los que sufren de esta adicción evitan hablarlo con los amigos y la familia, sienten un poco de vergüenza y no suelen querer admitir que tienen un problema.
La sintomatología típica incluye un aumento anormal de la sudoración, taquicardia e hiperhidrosis de las manos, insomnio, náuseas y vómitos, alucinaciones visuales, táctiles y auditivos, convulsiones.
Causas No es una enfermedad, sino un trastorno en el que confluyen diversos factores de riesgo, como la edad, ya que con las estadísticas en la mano, el uso y abuso de drogas ansiolíticos aumenta progresivamente con la edad, especialmente entre las mujeres. De hecho, se estima que alrededor de una de cada cuatro mujeres después de 65 años de edad toma tranquilizantes.
Tratamiento Una adicción leve puede ser tratada sin mayores problemas dejando los psicofármacos de manera gradual. Es conveniente consultar con el médico para que nos ayude. El primer paso es la entrevista con el médico para saber si hay otros estados psicopatológicos, junto con el abuso de psicofármacos, como la depresión. A continuación, prescribirá un tratamiento específico con un psiquiatra o psicoterapeuta.
La desintoxicación, por lo general, se realiza con la reducción progresiva del fármaco administrado, a través de una reducción gradual de la dosis a distribuir en varias semanas. Después del tratamiento, es esencial acudir a revisiones periódicas por el especialista.
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