[galleria id=»4867″]Kim Kardashian y Kanye West: celebran una ceremonia de compromiso. Los futuros papá no pueden esperar y a pesar de que aún no se pueden casar de forma oficial, van a celebrar una ceremonia con sus familiares y amigos como si de una boda se tratara. El retaso en el divorcio entre Kim Kardashian y su anterior marido les está estropeando los planes a la feliz pareja que le hubiera gustado contraer matrimonio antes de que nazca la criatura. Pero como esto puede que no sea posible, y ellos se lo pueden permitir, de momento han montado una celebración por todo lo alto para demostrar su amor y sus ganas de comprometerse delante de aquellos que más quieren.
Kim Kardashian contrajo matrimonio con el jugador de baloncesto Kris Humprhies en una boda por todo lo alto, pero sólo 72 días después ya solicitó el divorcio. De esto ya ha pasado tiempo, pero en verano las cosas se complicaron y a día de hoy la celebritie aun no ha conseguido los papeles del divorcio definitivo.
Ahora la estrella de la televisión norteamericana quiere casarse con su actual novio y padre de su futuro hijo, pero el enlace oficial tendrá que esperar. Su mayor deseo es que su hijo nazca en un entorno estable y por eso ahora les han entrado las prisas por casarse cuanto antes.
Sus ganas por decirse el sí quiero son tan grandes que no pueden esperar más, y por eso han decidido celebrar una ceremonia rodeados de familiares y amigos en la que se darán los votos y se entregarás los anillos. Kany West es muy tradicional y le hubiera gustado casarse antes de que naciera el bebé, pero vistos los problemas que está teniendo su chica con su anterior matrimonio puede que no sea posible y se deba conformar con esta ceremonia. De todos modos, poco le tiene que envidiar a una boda legal, ya que la celebración se hará en una gran mansión en Malibú, con una impresionante fiesta en la que no escatimarán en gastos y que los invitados nunca olvidarán.
Además de la ceremonia, también tienen planeado una pequeña luna de miel en la que viajarán a Italia, país en el que ya han vivido unas románticas vacaciones y que tiene un gran significado para ellos ya que en él creen que concibieron a su primer hijo.
Kim está planteándose la posibilidad de cambiarse el apellido y ponerse Kardashian-West, todo un gesto de amor que hace por el que será su futuro marido y esperemos que definitivo, porque además de con Kris Humphries, antes estuvo casada con Damon Thomas. Veremos si en este caso se cumple el dicho y a la tercera va la vencida.
