Menstruación: Por qué experimenta cambios. Por qué se retrasa o se adelanta o por qué dura más de lo habitual. Son algunos de los cambios que nuestro ciclo menstrual va a experimentar a lo largo de nuestra vida y que, aunque en la mayoría de las ocasiones no tienen mayor importancia, sí debemos prestarles su debida atención ya que pueden ser una señal de algún problema o trastorno de salud. El estrés, el aumento o pérdida excesiva de peso y los trastornos ginecológicos, como pólipos o fibromas, son algunas de las causas que pueden alterar nuestro ciclo menstrual.
Los signos de cada ciclo menstrual no son un reloj, ya que no están exentos de cambios o alteraciones, desde el comienzo de la menstruación durante la adolescencia hasta el fin de los ciclos menstruales con la menopausia. Cambios como adelantarse, atrasarse, durar más días de los habituales que, en la mayoría de las ocasiones, no tienen mayor importancia. Pero, no obstante, no conviene pasarlos por alto y anotarlos, ya que pueden ser señal de otro problema o trastorno de salud y que, en el caso de las mujeres, se manifiesta con cambios en la menstruación. La regla, de media, suele durar entre tres y siete días, siendo durante los tres primeros días cuando el flujo o sangrado es más abundante.
Aumento o pérdida de peso
Ganar kilos o perderlos de manera brusca, es decir, sobrepeso o infrapeso, pueden alterar los ciclos menstruales. Tanto una cosa como la otra no ayudan a nuestro organismo. Así, en el caso de un aumento rápido de peso, también se incrementan las hormonas masculinas, provocando una alteración de la menstruación, incluso puede provocar que desaparezca de manera temporal. El extremo contrario tampoco es bueno, el perder peso de manera rápida, ya que el cuerpo de la mujer necesita, según datos médicos, al menos un 20% de grasas para que los ciclos menstruales se produzcan con normalidad. En este punto hay que hacer un inciso. ¿Qué se considera normal? Dependiendo de la mujer, y aunque el número mágico parecía ser el 28, la media es a los 21-35 días de la última regla.
Estrés
El estrés es, sin duda, uno de los peores aliados para regular los ciclos menstruales. La tensión nerviosa favorece la producción hormonal, alterando el funcionamiento de los ovarios, lo que puede provocar incluso la interrupción de la menstruación. En los casos de ansiedad, el tratamiento con algunos fármacos (antidepresivos), también pueden afectar a los ciclos. Otros medicamentos que también se sabe que interfieren en la regularidad son los prescritos para la hipertensión arterial. En ambos casos se debe consultar al médico.
Trastornos ginecológicos
Las alteraciones en los ciclos menstruales pueden ser una manifestación de la presencia de pólipos o fibromas en el útero. De ahí la importancia de que, aunque los cambios sean leves, es mejor consultar al médico o ginecólogo. Los cambios hormonales que preceden a la menopausia o los traumatismos sufridos en la zona pélvica también pueden conllevar alteraciones o cambios en la menstruación.