El aceite de caléndula, tal y como su nombre indica, se extrae de la planta del mismo nombre, también conocida de manera popular como botón de oro. Es una planta que tiene unas características flores de color entre amarillo y naranja y que brotan en primavera y verano. Entre las propiedades del aceite de caléndula se incluye la de ser un efectivo calmante. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son sus usos, beneficios y contraindicaciones.
Propiedades La caléndula contiene, entre otros, triterpenos, flavonoides, polisacáridos, carotenos, fitoesteroles y ácido salicílico. Estos ingredientes activos también se encuentran en el aceite extraído de la planta, conocida por su efecto emoliente y calmante. El aceite de caléndula se puede utilizar para rehidratar la piel seca y agrietada, enrojecida y muy sensible. En estos casos, el aceite de caléndula también está indicada para aplicar en la piel de los niños y los más mayores. Para las mujeres, además, un beneficio extra, ya que este aceite es un buen aliado para mejorar el tono y elasticidad a la piel, incluyendo la cara. A menudo, el estrés de la vida cotidiana y los factores ambientales (contaminación, humo del tabaco…) afectan a la salud de la piel, apareciendo más apagada y carente de brillo. El aceite de caléndula es ideal para dar una nueva vida a la piel, siendo también útil en casos de acné leve. En casos de acné severo, antes de utilizarla es mejor consultar al dermatólogo.
Usos y contraindicaciones El aceite de caléndula se puede utilizar solo o mezclado con la crema hidratante habitual para la noche, consiguiendo darle a la piel una nueva luminosidad para paliar el tono apagado. Este aceite es muy bueno para la zona del cuello y el escote.
Las mujeres en periodo de lactancia también pueden utilizar el aceite de caléndula para prevenir y tratar las grietas, así como para hidratar la delicada piel del bebé. En cuanto a las contraindicaciones, conviene tener en cuenta que en caso de trastornos de la piel severos, como acné o dermatitis, conviene consultar antes al dermatólogo.
Cómo se prepara El aceite de caléndula también se puede preparar en casa a partir de las flores. Para ello necesitamos 100 gramos de flores de caléndula secas para mezclar en medio litro de aceite de almendras dulces. Ponemos la caléndula en un frasco de vidrio con una tapa que cierre bien, cubrimos las flores con el aceite y cerramos bien el frasco. Agitar el frasco una vez al día y dejar en el frasco durante un mes. Al cabo de este tiempo, colar el aceite con ayuda de una tela fina y guárdela en un frasco de vidrio oscuro.
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