Los aceites esenciales son un excelente aliado para frenar los virus y reforzar las defensas y, en caso de que nos pillen desprevenidos, combatir los molestos síntomas. Son muchos los virus y bacterias que, a especialmente cuando bajan las temperaturas, se van turnando para tratar de castigar a nuestro organismo. En la prevención está la clave, y para detener su proliferación y, al mismo tiempo, fortalecer nuestras defensas, los aceites esenciales. Veamos más detenidamente cuáles son las plantas y cómo actúan.
Más vale prevenir. Aunque es cierto que durante los meses de frío somos más vulnerables a determinadas patologías respiratorias, el dolor de garganta o el resfriado pueden pillarnos indefensos en cualquier época del año. Para prevenir los molestos síntomas de éstas y otras enfermedades, como la gripe, el herpes labial o la bronquitis, en los aceites esenciales podemos encontrar unos excelentes aliados que, además de reforzar el tratamiento con fármacos, combaten la proliferación de los virus y gérmenes y ayudan a reforzar nuestras defensas.
Los aceites esenciales contienen activos muy potentes, por lo que no deben utilizarse durante largos periodos sin asesoramiento profesional.
Garganta irritada
Inflamación y dificultades para tragar son dos de los síntomas que acompañan a la irritación de garganta, unas molestias que podemos mitigar con la combinación de una cucharada de miel mezclada con una gota de aceite esencial de tomillo con linalol. Se recomienda tomar esta mezcla entre 4 y 6 veces al día para mitigar los síntomas. Otro remedio es aplicar un masaje, con una gota de aceite esencial de sándalo, sobre las glándulas situadas en las extremidades del maxilar inferior.
Herpes labial
Antiestético y molesto, el herpes labial es un virus que puede estar aletargado y activarse en momentos de estrés, ansiedad o cansancio. Otro motivo de aparición es la exposición a los rayos ultravioletas –especialmente en los meses de verano- que debilitan el sistema inmunológico. El árbol de té es uno de los aceites esenciales que nos puede ayudar a prevenirlo desde la aparición de los primeros escozores o picores. Aplicar una gota de aceite esencial de árbol de té sobre la erupción (4 veces al día). La prevención es importante, por eso si por ejemplo vamos a salir a la montaña, conviene aplicar una gota al día en el lugar donde el herpes aparece con mayor asiduidad.
Resfriado
Estornudos, dolor de garganta, mucosidad… ¿cómo evitar los molestos síntomas del resfriado? Con aceite esencial de ravintsara, un arbusto de la familia del laurel. Mezclar una gota con una cucharada de miel y tomar 4 veces al día. También ayuda hacer vahos para descongestionar la nariz. En este caso, hay que mezclar tres gotas del aceite esencial de menta piperita y una gota de eucalipto en agua caliente e inhalar durante diez minutos al menos tres veces al día.
Bronquitis
La bronquitis es una inflamación de los bronquios que, entre otros síntomas, provoca una gran cantidad de mucosidad, lo que dificulta la respiración y provoca un aumento de la tos. Además del aceite esencial de eucalipto –una gota sobre un comprimido neutro, entre 3 y 4 veces al día-, también ayudan las inhalaciones. En este caso, vertemos 4 gotas de aceite de saro en agua caliente y respiramos el vapor.
Gripe
Cada año no nos libramos de la gripe, la cual puede traer consigo desde fiebre a fatiga o malestar general. En este caso, la mezcla de tres aceites esenciales (pino silvestre, eucalipto radiata y rizoma de jengibre) protegerá nuestras mucosas e impedirá la proliferación de virus. En la misma proporción se diluyen en agua caliente (10 gotas por inhalación como máximo) y se inhalan entre 3-4 veces al día. También ayuda poner una gota de aceite esencial de ravintsara en la nuca, otra en las muñecas y otra en la planta de los pies.
