No siempre, aunque debiéramos, leemos el prospecto antes de tomar cualquier fármaco. Y cuando lo hacemos nos detenemos en los posibles efectos secundarios, sin reparar en otro punto no menos importante, su composición. Y es que los medicamentos, aunque no todo el mundo lo sabe, pueden contener principios activos de origen animal. Un detalle a tener en cuenta, no sólo para proteger mejor nuestra salud, sino especialmente importante cuando hemos decidido seguir una dieta y un estilo de vida vegetariano o vegano. La presencia de estos contenidos de origen animal puede plantear un problema.
Cuáles son La presencia de sustancias de origen animal en los fármacos es variada, y de hecho, los estudios científicos también se han ocupado de las implicaciones que pueden tener en nuestro organismo. Entre estos ingredientes se incluye la lactosa, que se deriva del cuajo, o la gelatina, que se extrae de la piel de los cerdos o vacas. Otro ingrediente que puede aparecer es el estearato de magnesio, un derivado de la grasa de los cerdos, ovejas y vacas. La propia naturaleza de estas sustancias ya es objeto de un amplio debate y de la necesidad de que debemos ser conscientes de su presencia, también para evitar cualquier problema de alergias o intolerancias al tomar ciertos medicamentos.
Las controversias El papel de los ingredientes de origen animal utilizados en medicamentos implica, ante todo, un problema de carácter moral. Hay personas que han decidido seguir un cierto estilo de vida, el cual está marcado por el respeto a la naturaleza y, en particular, de los animales. Básicamente, no todo el mundo está dispuesto a aceptar la idea de introducir el cuerpo ingredientes activos que se derivan de los animales. También hay quien apela a las razones religiosas. En este sentido, el caso reciente más conocido se produjo en Escocia, a consecuencia de una campaña de vacunación de los niños contra la gripe, debido a las críticas de la comunidad musulmana y su preocupación con respecto a la presencia, en la vacuna, de gelatina de cerdo.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que, por ahora, no habría muchas alternativas a estos ingredientes. En el caso de la gelatina sí podría ser reemplazada por cápsulas verdes, pero no en el caso de otros productos. No obstante, lo que sí es importante es conocer exactamente cuál es la composición de cada fármaco para de esta manera dar la oportunidad al paciente de tomar una decisión informada y contrastada.
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