Prevenir es salud. El principal mensaje que nos hace llegar el Día Mundial del Cáncer (4 de febrero). Prevención extensiva al cuidado de la piel, ya que como señalan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el cáncer de piel es uno de los más comunes, y en concreto el cáncer cutáneo no melanoma (afecta a una de cada 5 personas). Un cáncer altamente frecuente, que tarda tiempo en desarrollarse y cuyas probabilidades de curación aumentan notablemente con un diagnóstico temprano. De ahí la importancia de prevenir, realizándose los oportunos chequeos y consultando cualquier duda que se pueda tener.
Existen distintos tipos de cáncer de piel, tal y como explica el doctor Moreno Giménez, presidente de honor de la AEDV. Así, podemos distinguir entre los tumores que derivan del epitelios, también llamados cáncer cutáneo no melanoma (carniconoma basocelular y carcinoma espincoelular) y los tumores que derivan de los melanocitos (melanoma), el tumor más maligno de los que se conoce, pero con un índice de supervivencia del 98% a los cinco años si se extirpa en sus fases iniciales.
Aunque el melanoma, tal y como señalan los expertos, ha aumentado su incidencia en las últimas décadas, su pronóstico no ha empeorado gracias a los avances en el diagnóstico precoz. Actualmente se diagnostican en el mundo alrededor de 160.000 casos de melanoma, lo que se traduce en el 1,5% del total de cánceres diagnosticados. El melanoma es el sexto tumor más frecuente en la mujer (el quinto en el caso del hombre). En España los diagnósticos (unos 3.200 nuevos casos al año), los diagnósticos más frecuentes son en mujeres, entre los 40 y los 70 años de media.
Conviene destacar un dato en el que inciden los expertos, y es que los diagnósticos de melanoma aumentan un 7% al año, sobre todo entre jóvenes de 25 a 29 años, a consecuencia de la mayor exposición al sol y el uso excesivo de métodos artificiales de bronceado. Tanto la predisposición genética como los factores ambientales pueden estar detrás del desarrollo de un cáncer cutáneo.
Prevención Las personas con piel clara, antecedentes de quemaduras o con exposición solar crónica se incluyen dentro de la población de riesgo de padecer un cáncer cutáneo. Hay algunos signos que no debemos subestimar, como la presencia de lesiones en zonas expuestas al sol, como manchas rojas que no curan, cicatrices inexplicables, verrugas de crecimiento lento o úlceras tórpidas. Hay que vigilar especialmente los lunares, siguiendo la regla del ABCDE (asimetría, bordes irregulares, cambios o diversidad de colores, diámetro superior a 6 mm y cambios evolutivos).
Las medidas de prevención son esenciales, fáciles además de poner en práctica. La primera, extremar las medidas de protección cuando nos expongamos al sol, sobre todo en el caso de los niños. Para ello, evita la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas, usa fotoprotección elevada (30-50), utiliza gorro, gafas y camisa, evita las cámaras de bronceado, aplica el protector media hora antes de la exposición solar y repite cada dos horas y, siempre que puedas, mejor la sombra que el sol.
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