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Tener un perro es una responsabilidad, porque nuestra mascota tiene, desde que es cachorro hasta que alcanza la vejez, sus necesidades y requiere sus cuidados. Es decir, es un compromiso tener una mascota, y no un capricho. Es cierto que un cachorro es el regalo con el que sueñan muchos niños, pero los cachorros crecen y, en ningún caso, deben ser considerados como un juguete al que podemos abandonar sin remordimientos. Si, como padres, esta Navidad tus hijos pequeños te piden un perrito, antes de prometer nada toma nota de las 10 buenas razones para no regalar un cachorro en Navidad. [/multipage]
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1. No es un objeto
La primera razón, quizá la más obvia, es que no son un objeto y, por lo tanto, no deben ser un regalo o una compra impulsiva. Tener un cachorro es una decisión que hay que tomar en familia y de manera responsable, sobre todo para enseñar a nuestros hijos a respetar a los animales y no tratarlos como objetos. [/multipage]
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2. Un cachorro es como un niño
Comparación en el sentido de que un cachorro depende de ti, querrá jugar y explorar constantemente su entorno, lo que puede dar lugar a que rompa cosas. También hay que educarle para que sepa donde tiene que orinar, para que no muerda lo que tenga a su alcance y para que sepa cuál es su sitio de dormir. [/multipage]
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3. Debe ser educado
Un cachorro requiere paciencia porque hay que ir educándole a medida que va creciendo. Poco a poco irá aprendiendo a comportarse dentro y fuera de casa y, sobre todo, irá estableciendo una relación de confianza con los niños. Pero lógicamente esto requiere tiempo y ser paciente. [/multipage]
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4. El cachorro crece
El pequeño cachorro de suave pelaje y pequeño hocico crece, dando paso a un bonito animal adulto, con las características propias de su raza y su personalidad canina. Será un amigo fiel y un compañero de juegos ideal para los más pequeños, pero también requiere cuidados de atención. [/multipage]
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5. Requiere tiempo, paciencia y responsabilidad
Tener una mascota da enormes alegrías, pero también requiere tiempo y responsabilidad. Por ejemplo, hay que limpiar su zona de descanso, darle de comer, llevarlo al veterinario para ponerle las vacunas o el microchip, sacarlo a pasear y, sobre todo, jugar con él. [/multipage]
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6. Gastos
Tener una mascota, lógicamente, implica un gasto, porque la mascota come, hay que comprarle una correa, un arnés y todo lo necesario para su alimentación, higiene y cuidados. Además, cuando está enfermo hay que llevarlo al veterinario, y en ocasiones, pueden requerir cuidados específicos. [/multipage]
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7. Cambia tu vida
Tener una mascota peluda de cuatro patas te cambia la vida, en el buen sentido, lógicamente si te gustan los animales y asumes el compromiso de hacerlo tu compañero más fiel. A partir de ahora, es uno más de la familia y cuenta para todo, desde el día a día a la planificación de las vacaciones. [/multipage]
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8. Depende de ti
Además de por todas las razones mencionadas, un perro por muy adulto que sea siempre depende de sus dueños, y en casi todos los sentidos, porque necesitará nuestros cuidados, que le pongamos de comer y que le llevemos al veterinario cuando no se encuentre bien de salud. [/multipage]
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9. Mejor adoptar que comprar
Hay otra opción antes de comprar, y es adoptar un perro de la protectora o asociación canina de nuestra ciudad y que nos ofrezcan todas las garantías y confianza. Adoptar un perro no solo implica darle una segunda oportunidad, sino un buen ejemplo a nuestros hijos pequeños y grandes. [/multipage]
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10. Necesita amor
Un animal necesita amor y cariño, por lo que tener una mascota debe ser una decisión personal y no impuesta. Si quieres hacerte un regalo a ti misma, y sabes cuándo amor puede dar un animal como un perro, eres la persona adecuada para adoptar un cachorro y evitarle un triste destino. [/multipage]