Problemas de tener un cachorro en casa: Puntos a considerar

Tener un cachorro en casa implica responsabilidad. Por ello, antes de tomar la decisión de tener una mascota conviene tener muy claro que no se trata de un juguete, sino de un animal que necesitará cuidados y atención. Te contamos los problemas de tener un cachorro en casa y los puntos a considerar antes de adoptar a un animal.

Puntos a considerar de tener un cachorro en casa
El cachorro crece, y durante este proceso hay que saber educarlo para garantizar la convivencia tranquila con el resto de los miembros de la familia. Si has decidido tener una mascota, recuerda que es indispensable que sea acogida, cuidada y educada de la mejor manera posible. A cambio de un mínimo de cuidados y atención, el perro te dará todo su cariño.

  1. Atención.
    Antes de meter un cachorro en casa tendrás que asegurarte de disponer de tiempo suficiente para dedicarle una parte diariamente a sus paseos, a sus cuidados, a sus juegos y también a hacerle compañía. En caso de dejarlo aislado, puede incluso convertirse en un perro violento al crecer.
  2. Explorar.
    Al llevarlo a casa por primera vez, déjalo que explore la casa y, si lo tienes, el jardín. Al principio se sentirá inseguro e indefenso, por lo que no debes dejarlo mucho tiempo solo hasta que se adapte.
  3. Alimentación.
    Aunque depende de los días de vida que tenga, por lo general un cachorro no va a poder comer lo mismo que un perro adulto. De hecho, tendrás que encargarte de comprar leche especial y alimentos que le ayuden a sobrevivir hasta que pueda nutrirse con comida más sólida. Más adelante únicamente tendrás que preocuparte de comprar su pienso, e incluso podrás cocinarle sus propios snacks caseros para perros.
  4. Necesidades fisiológicas.
    Hasta el cachorro adquiere un ritmo regular en cuanto a sus salidas y sus necesidades fisiológicas hay que tener paciencia e ir inculcándole los sitios dónde sí puede realizarlas. Durante las primeras 5 o 6 semanas no deberás regañarle, ya que no controla sus esfínteres y lo único que harás será asustarlo.
  5. Limpieza.
    Aunque los perros no necesitan bañarse tanto como las personas, lo cierto es que va a necesitar una correcta higiene para evitar problemas, como puede ser la aparición de pulgas o infecciones. Y sí, lavarle los dientes está incluido.
  6. Adiestramiento.
    No todo el mundo adiestra a su cachorro, pero lo cierto es que ahorra muchos disgustos a la larga. Enseñándole correctamente cómo debe comportarse, vuestra comunicación será mucho más fluida y, por lo tanto, la relación entre ambos será mejor.

Problemas de tener un cachorro en casa

  1. Que un miembro no esté de acuerdo.
    El problema más importante no viene de la mano del perro, sino de los integrantes de nuestra unidad familiar. Es importante que todos los miembros de la familia quieran tener perro y estén convencidos de que no va a ser únicamente una diversión. En caso negativo, ten por seguro que comenzarán a brotar discusiones sin fundamentos, tales como que es perjudicial para el niño, cuando tener una mascota es beneficioso para los hijos.
  2. Pelos por todas partes.
    Al tener un cachorro en casa tendrás que aprender a soportar los pelos que irá desprendiendo. Llegará un momento en el que toda tu casa, tu coche y cualquier lugar remoto acabe cubierto, especialmente si es de pelo largo, por lo que lo primero es tener paciencia. Un truco para evitar esta situación es optar por una raza que pierda poco pelo y cepillarlo a diario.
  3. Mordiscos a tutiplén.
    A los cachorros, cuando les están saliendo los dientes, les gusta morder los zapatos, las patas de las mesas y las esquinas de los muebles. Para evitar tener tu casa llena de mordiscos y evitar que pueda clavarse una astilla, cómprale juguetes especiales para esta etapa.
  4. Impedimentos al viajar.
    ¿Te gusta viajar? Entonces asegúrate de que puedes dejar a tu mascota con alguien de confianza, ya que no siempre podrás viajar con mascotas. Otra opción, claro está, es optar por destinos en los que se permita el acceso a perros una vez haya crecido lo suficiente como para salir.
  5. Es como tener un bebé.
    Recuerda que un cachorro se comporta igual que un niño pequeño: es curioso y no tiene sentido del peligro. Por lo tanto, hay que tener cuidado con los cables sueltos y esconder bien los productos de belleza y las medicinas.

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