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El estrés puede condicionar tu vida y hacer que el día a día se convierta en una auténtica carrera de obstáculos. Si ya de por las preocupaciones cotidianas nos aceleran y provocan ansiedad-y además nos olvidamos de que el estrés nos roba energía-, la maternidad puede ser una responsabilidad, sobre todo en el caso de las madres primerizas, que también induzca una carga extra de ansiedad y estrés a nuestro día a día. Sin embargo, lejos de dejarte llevar por el estrés, toma nota de estos consejos que te ayudarán a plantarle cara y a disfrutar de una manera más positiva del papel de ser madre. [/multipage]
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1. Descansar
Dormir bien es fundamental para la salud y para recargar energías. Procura mantener unos horarios de sueño regulares y evita trasnochar, aunque sientas la tentación, ya que eso evitará que al día siguiente te levantes más cansada. Dormir poco nos irrita y nos hace perder la paciencia con más facilidad. [/multipage]
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2. Evita hacer más de una tarea al mismo tiempo
Puede que pienses que si haces dos cosas al mismo tiempo ahorrarás tiempo, pero estás en un error, lo único que se consigue es aumentar el riesgo de estrés. Todo a su tiempo, dedicando atención a lo que tienes que hacer y a lo que es más importante en cada momento de la jornada. [/multipage]
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3. Pensar de manera positiva
¿Sabías que los pensamientos negativos te roban energía y generan estrés? Antes de dejarte llevar por la negatividad, párate unos segundos y piensa en positivo. Levantarse de la cama pensando que va a ser un buen día es la manera más fácil y rápida de ahuyentar al estrés y empezar con buen pie. [/multipage]
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4. Soluciones rápidas a los problemas
Si el problema tiene solución, ¿para qué demorarla? De nada sirve demorar la solución a un problema o contratiempo si no te lo vas a poder quitar de la cabeza y va a aumentar su ansiedad. Si algo te molesta, es mejor solucionarlo antes de que se convierta en un problema mayor. [/multipage]
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5. Dedícate unos minutos al día
Después de un largo día dedicado al trabajo y al cuidado de los niños, es hora de concederte un capricho en forma de unos minutos de tranquilidad para relajarte y no pensar en nada. Puedes darte un baño relajante, escuchar música, dar un paseo o leer un libro. [/multipage]
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6. Menos autoexigencias
Sin duda, a la hora de ser exigentes, somos nosotras mismas las que nos imponemos las barreras más altas. Hay que procurar ser más flexible, porque de lo contrario nos perderemos algo importante, y es que no disfrutaremos de lo que vayamos haciendo por el camino. [/multipage]
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7. Objetivos realistas
¿Mujer, madre y trabajadora? Solo con pensarlo ya debes sentirte segura y confiada, sin plantearte objetivos irrealistas e inalcanzables. Y equivocarse también forma parte del aprendizaje de la vida, así que sino llegas a todo, no pasa nada, párate un momento, respira y relájate. [/multipage]
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8. No renuncies a hacer vida social
La maternidad, es cierto, que absorbe mucho tiempo y exige dedicación, pero no debes olvidar que para cuidar mejor de tus hijos tienes que sentirte bien. Por ello, no renuncies a disfrutar de las actividades y hobbies, pudiendo llevarte a tu bebé a muchas de ellas. [/multipage]
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