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Pablo Iglesias y Tania Sánchez ya no están juntos. La pareja política más mediatica ha anunciado a través de las redes sociales, como los famosos, que han tenido que separarse. Eso sí, lo hacen de mutuo acuerdo y lanzándose numerosos piropos. Veremos si se trata de una estrategia política debido a las próximas elecciones o simplemente es que la historia de amor hasta aquí ha llegado. El líder de Podemos, feliz por los resultados de las elecciones de Andalucía, rompe con la ex de Izquierda Unida.
Ni políticamente ni sentimentalmente. Tania Sánchez, la que fuera concejala de Izquierda Unida en Madrid, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias han cortado. Los dos políticos confirman la ruptura a través del facebook «para evitar rumores y debates malintencionados». De esta manera acaba una historia de amor que ha sucumbido ante los intereses políticos y que ya había rumores.
“Ojalá no tuviéramos que escribir esto aquí. Ojalá nuestra vida privada pudiera ser solo nuestra, pero, para nosotros, eso dejó de ser posible”, escribieron ambos en su perfil. Y todo seguía así: “Escribimos esto para evitar rumores y debates mal intencionados, y os pedimos respeto: los asuntos personales no deberían ser objeto de debate público, aunque los protagonicen personas públicas. Ya no somos pareja; nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos, somos compañeros y compartimos las mismas aspiraciones de cambio político, por las que seguiremos trabajando. Simplemente ya no somos pareja.”
Y para terminar llega el momento de las alabanzas de uno a otro. “Tania: la mujer más valiente que conozco y a la que más admiro”, firma Iglesias. “Pablo, el hombre que lo cambió todo y al que más admiro”. Está claro que la proximidad de las elecciones municipales y el escándalo de la familia de Tania en Rivas han acabado con esta relación.
Muchos dicen que se trata de una campaña de marketing de Podemos para evitar que les salpique los problemas de Sánchez. Y es que la carrera de Iglesias parece que se ha estancado en los últimos meses. Veremos si cuando termine la vorágine de las urnas, retoman la relación. Tania, Pablo…¿se puede?
