La prevención, como en cualquier capítulo de la salud, juega un papel fundamental, y en el caso del virus del papiloma humano (VPH) también. Estamos ante un virus cuya infección muy a menudo afecta a los órganos del aparato genital, abriendo el camino a posibles tumores del cuello del útero, la vagina y la vulva. No obstante, sí hay que subrayar que en el 80% de los casos la infección desaparece espontáneamente, sin provocar consecuencias más severas. Sin embargo, en ciertos casos la infección puede mantenerse y traer complicaciones. La prevención es esencial, empezando por mantiene una buena higiene y por practicar una sexualidad responsable para evitar contagios.
Contagio del virus del papiloma humano En el 98% de los casos la infección se produce a través del virus del papiloma sexual. El virus entra en el cuerpo a través de las lesiones que se producen en la piel o las membranas mucosas. Además de afectar a los genitales, puede extenderse a la boca, lengua y las cuerdas vocales. En muchos casos, la intervención de las propias defensas inmunitarias evita el contagio aunque se entre en contacto con el virus.
Una de las señales más características del VPH es la aparición de verrugas, en forma de espinillas, que aparecen en la zona de los genitales. Además, en algunos casos puede darse un engrosamiento de la piel en el área genital. El virus puede ser transmitido incluso en condiciones de falta de higiene, por ejemplo a través del contacto con toallas infectadas.
Prevención La mejor prevención del virus es a través de la vacuna, la cual en el caso de las mujeres debe administrarse en la adolescencia. Se puede administrar hasta 45 años y no tiene muchas contraindicaciones. Es importante evitar la promiscuidad sexual y recordar que la infección no sólo afecta a los genitales. Comúnmente se suele pensar que el problema afecta más a las mujeres, sin embargo, no es así, porque los hombres también pueden contraer el virus, pudiendo llegar a complicaciones como lesiones de la uretra, los genitales, la vejiga y la próstata, hasta llegar, en casos graves, al cáncer. Es importante para la prevención también prestar atención a los juegos previos en las relaciones sexuales, ya que el virus también puede afectar las áreas circundantes a las áreas genitales.
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