La cebolla, la misma que nos hace llorar al cortarla, es un alimento que, por sus propiedades nutricionales y beneficiosas, debe ser muy tenido en cuenta. La cebolla es rica en propiedades antisépticas y terapéuticas, lo que ayuda a eliminar los agentes nocivos que están presentes en el intestino. Decubre todo lo que hay debajo de cada capa de la cebolla.
La cebolla está considerada como un antibiótico natural. Tiene un efecto estimulante, diurético, depurativo, y facilita la circulación de la sangre. También ayuda a reducir el nivel de glucosa en sangre. Además, en dermatología, resulta un excelente elixir de belleza para el pelo, para hacerlo aún más fuerte. Vamos a ver más detenidamente todos los beneficios que nos reporta incluir la cebolla en nuestra dieta.
Cebolla: propiedades nutricionales
Teniendo en cuenta las propiedades nutricionales de la cebolla, no hay que olvidar que, al igual que el ajo, tiene compuestos de azufre. Es rica en vitaminas, especialmente la A, B1, B2, C, E y minerales. Entre éstos últimos merece hacer especial mención al calcio, magnesio, fósforo, hierro y manganeso. La cebolla contiene además varias enzimas que pueden estimular el metabolismo y ayudar a la digestión. Y por si todo esto fuera poco, es además un vegetal rico en flavonoides, un plotente antioxidante. Muy importante es también la glucosamina, una sustancia de la planta que ejerce una potente acción antidiabética.
¿Cuál es el valor nutricional de la cebolla? Al natural, sin cocer, cien gramos de cebolla equivalen a un 92% de agua, 5,7% de carbohidratos y un 1% aproximadamente de proteínas y fibra. Las grasas no superan el 0,1%. Cien gramos de cebolla equivalen a poco más de 25 kilocalorías, es decir, no engorda.
Cebolla: propiedades beneficiosas
Si nos centramos en las propiedades beneficiosas de la cebolla, hay que destacar que estamos ante un antibiótico natural con acción antiséptica contra las bacterias. Esto lo convierte en un excelente aliado para favorecer la eliminación de toxinas del organismo, especialmente para limpiar el intestino. La cebolla también tiene un efecto estimulante, evitando los problemas de estreñimiento.
La cebolla también es especialmente apreciada para favorecer la circulación sanguínea, ya que mejora la dilatación de los vasos sanguíneos. Resulta, de igual manera, una solución natural excelente para combatir la retención de líquidos.
Y hay más beneficios de los que hablar sobre la cebolla. Así, también puede ser utilizada como un expectorante. Combinado con miel es un buen descongestionante, especialmente en los casos de problemas de la faringe. Si padecemos amigdalitis (anginas), se pueden hacer gárgaras con el zumo de la cebolla. Los que sufren de indigestión pueden recurrir a la cebolla cocida, más tolerable, y sin perder propiedades nutricionales.
La cebolla también es un alimento a tener en cuenta en la dieta a seguir para controlar los niveles de colesterol, al igual que está recomendada en las dietas para diabéticos. Y sus beneficios se extieden a la homeopatía, indicada sobre todo para los resfriados ya que es capaz de contrarrestar las secreciones nasales. No hay que olvidar que la cebolla también ayuda a combatir la pérdida de cabello, no solo reduciendo la caída, sino estimulando el crecimiento de nuevos cabellos.
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