Más de 63.000 personas en España, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) sufren cáncer de mama cada año, siendo la primera causa de mortalidad por cáncer entre las mujeres. La prevención, de la mano de la investigación, son las armas más poderosas para plantar cara al cáncer de mama. Para concienciar sobre la importancia del diagnóstico precoz y la prevención, octubre ha sido declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el mes de la sensibilización contra el cáncer de mama (el 19 de octubre, Día Internacional contra el Cáncer de Mama).
Prevención cáncer de mama Reducir el riesgo de padecer cáncer de mama también está en nuestra mano. ¿Qué podemos hacer? La autoexploración de los senos es la mejor manera de detectar el mínimo cambio que se pueda haber producido y, si así fuera, consultar al médico para descartar o confirmar lo más rápido posible. ¿Cuáles son las señales que nos deben hacer sospechar?
Además de la presencia de nódulos, hay una serie de síntomas que nos pueden hacer sospechar de la existencia de un tumor maligno, tales como arrugas o depresiones en la piel de la mamas (textura de piel de naranja); presencia de hematomas sin haber sufrido un golpe o lesión; el pezón está invertido, cuando lo ha estado antes; secreción del pezón o inflamación de los ganglios de la axila.
Además, a partir de los 40 es importante que las mujeres también se realicen de manera periódica una mamografía para comprobar si hay algún problema. La mamografía es una radiografía con dosis muy bajas de radiación que sirve para identificar los tumores de mama, incluso en su fase inicial. Rápida, eficaz y cómoda, es la mejor herramienta preventiva para el cribado del cáncer de mama.
El estilo de vida también influye, y mucho, en la aparición de tumores. Seguir una dieta sana y equilibrada es la mejor manera de cuidar a nuestro cuerpo. Para prevenir el cáncer de mama, la dieta del tomate es una gran aliada. Otros hábitos saludables pasan por evitar el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas. Por su parte, hay que apostar por las frutas y verduras y por los alimentos bajos en grasas.
Junto a la dieta, la actividad física. Mantenerse activo es fundamental, por lo que se debe realizar ejercicio de manera regular. Algo tan sencillo como andar durante 20 minutos al día reporta interesantes beneficios para el organismo. Cuidar la alimentación y hacer ejercicio nos ayudará al mismo tiempo a mantener el peso ideal. Precisamente, el sobrepeso está incluido entre los factores de riesgo del cáncer de mama.
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