Cáncer de mama: Ejercicio físico y peso saludable. Practicar ejercicio físico, aunque sea una actividad leve, y evitar los aumentos de peso puede ayudar a la mujer a prevenir uno de los tumores femeninos más frecuentes, el cáncer de mama. Los beneficios de practicar ejercicio son múltiples para nuestro organismo y, entre ellos, la prevención de determinados trastornos. No es la primera vez que los investigadores centran su atención en la relación entre la actividad física y el riesgo de desarrollar un tumor de mama.
La prevención es una herramienta esencial en la lucha contra el cáncer de mama. Todo aquello que ayude a reducir los riesgos es bienvenido, y entre los aliados de la mujer para evitar desarrollar uno de los tumores femeninos más frecuentes, dos nuevos factores: la práctica de ejercicio físico y el peso. Realizar una actividad física, aunque sea leve, y mantener un peso saludable evitando los kilos de más, pueden ayudar a reducir los riegos, tal y como mantiene el último estudio publicado en Cancer, y en el que han colaborado investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y de la Escuela Gillings de Salud Pública Global en Chapel Hill. Un estudio en el que han participado más de 1.500 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama y otras tantas sin tumor de mama, con edades comprendidas entre los 20 y los 98 años.
Aunque el ejercicio físico reporta beneficios, quedan preguntas por responder. Por ejemplo, qué tipo de actividad física es más recomendable y si los beneficios son similares para todas las mujeres. Tras estudiar la práctica de ejercicio de las mujeres participantes en diferentes etapas de su vida se llegó a la conclusión de que aquellas que se habían mostrado más activas y habían practicado ejercicio tanto antes como después de la menopausia, presentaban menos riesgos de desarrollar un tumor de mama. En concreto, según los autores del estudio, el riesgo se redujo hasta en un 30% en el caso de las mujeres que realizan una media de dos horas al día de ejercicio. En líneas generales, mantenerse en forma y practicar ejercicio de manera regular, reduce los riegos un 6%. Toda práctica, sea leve, moderada o intensa (andar, pasear o correr), es buena para nuestra salud y para prevenir trastornos.
Sin embargo, y esta es la segunda conclusión interesante de este estudio, el efecto beneficioso del ejercicio físico se puede ver contrarrestado por el aumento de peso. Es decir, mantener un peso saludable también actúa de barrera contra el cáncer de mama y, vistos los resultados del estudio, elimina los beneficios que pueda aportarnos el mantenernos activas y en forma.
El cáncer de mama es uno de los diagnósticos más frecuentes entre las mujeres, con una media de 44 casos al día en nuestro país. La prevención y el diagnóstico precoz son esenciales para ganar la batalla de la supervivencia. Todo lo que redunde en beneficio de nuestra salud no debe ser tomado como una simple recomendación. En este caso, cabe recordar que aunque conocemos la teoría sobre los beneficios que reporta la actividad física los datos dicen que sigue siendo una asignatura pendiente, con un 20% de la población en nuestro país que es sedentaria.