¿El amor es una cuestión química? La respuesta es muy sencilla, sí, y te lo vamos a demostrar con 5 razones para que no te cueste creerlo. Y es que, este sentimiento tiene todavía muchas facetas desconocidas para nosotros.
Enamorarse aparentemente es un sentimiento absurdo. Lo intentamos todo, algunos incluso varias veces en la vida, para conseguir a esa persona tan especial y, sin embargo, sigue siendo difícil describirlo, pero sobre todo, entender lo que sucede exactamente en nuestros cuerpos y en nuestra mente.
Obviamente cuando somos golpeados por la flecha de Cupido ni siquiera nos planteamos cuál es la razón científica de ciertos sentimientos como el amor, sólo sabemos que nos hace sentir vivos y rebosantes de alegría. Pero… ¿el amor es sólo una cuestión de atracción y afinidad? ¿O más bien se trata de una tormenta hormonal real? En definitiva, ¿una cuestión química? Aquí te dejamos cinco razones para creerlo.
Cuestión de serotonina
El corazón palpita y sentimos mariposas en el estómago, o en los peores casos, sudoración excesiva al no poder controlar los nervios. Estos son los síntomas más comunes de aquel que está enamorado. En algunos casos también encontramos la pérdida de apetito e incluso insomnio. Aparte de la visión romántica, es exactamente una cuestión de química. En la primera etapa de enamoramiento, los niveles de serotonina son similares a los de un sujeto obsesivo compulsivo.
Cuestión de oxitocina
Con el paso del tiempo, las historias de amor se vuelven más estables y la oxitocina se libera en el cuerpo, responsable de la pasión en el amor y el sentimiento de apego a la pareja. No es casualidad que la oxitocina sea el mismo agente químico que encontramos en la relación entre madre e hijo. A la oxitocina se le llama la molécula del amor, por algo será. Aunque en esta etapa se produce una pérdida del deseo y pasión, nosotros mismos podremos mantener vivos estos sentimientos.
Cuestión de endorfina
La endorfina es la responsable de la sensación de relajación y felicidad, propia de la fase de enamoramiento, por la que todo el mundo pasamos. De nuevo se demuestra el poder de la química en un sentimiento tan fuerte e intenso como es el amor.
Cuestión de feniletilamina
O lo que es lo mismo, la llamada anfetamina del amor, un neurotransmisor que determina la producción de dopamina, euforia responsable y falta de apetito, muy común cuando una persona está ilusionada y enamorada en una relación que acaba de comenzar.
Cuestión de noradrenalina
La dopamina, a su vez, conduce a la producción de norepinefrina, una hormona producida por las glándulas suprarrenales que aparentemente tendrían un papel activo en el despertar del apetito sexual. Pero también sería responsable de los cambios frecuentes de sudoración, que se dan en la primera cita.