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El príncipe George visitó, junto a su madre, por sorpresa a su padre en un partido de polo. Se trata de un acontecimiento muy especial en Reino Unido ya que el encuentro corresponde al Trofeo Maserati Jerudong, que ha tenido lugar el mismo día que se celebra el Día del Padre en Inglaterra. Tal vez por eso el príncipe Guillermo no podía prescindir la compañía de su hijo en esta jornada de deporte. Eso sí, al futuro heredero se le pudo ver muy activo, pero más con un balón de fútbol que con el stick de polo. ¿Estaremos ante un futuro futbolista?
No hay nada más especial para un padre que la sorpresa de un hijo. Y esto fue lo que hizo el pequeño George este domingo. El hijo del príncipe Guillermo ha sorprendido apareciendo por sorpresa en un partido de polo en el que participaba su padre. Aunque el sábado, en el desfile Trooping Colour, el pequeño de la casa fue el gran ausente, al día siguiente no se quiso perder un acontecimiento tan especial.
Así, el príncipe George acompañó a su madre, la Duquesa de Cambridge, durante el partido de polo benéfico del Trofeo Maserati Jerudong, que ha tenido lugar el mismo día que se celebra el Día del Padre en Inglaterra, ya que en ese país, al contrario que en España, se celebra en esta fecha.
La Duquesa Catherine, vestida con un pantalones vaqueros y camisa a rayas marineras, llegó sosteniendo al príncipe George, con un adorable peto rosa. Sin embargo, no duró mucho en sus brazos, ya que el pequeño está hecho todo un trasto. Mientras la Duquesa animaba a su esposo durante el partido, el pequeño Príncipe gateaba por la hierba en dirección a la pista, provocando las risas de su madre, que no tardó en agacharse para cogerlo. Eso sí, aunque pueda parecer que la afición por el polo se ha trasmitido de padre a hijo, no es así, ya que George disfrutó más con un balón de fútbol, que del stick de polo. Seguro que aprovechando la disputa del Mundial en Brasil, el pequeño está cogiendo afición a esto del balompié.
A punto de cumplir un año
El pequeño George pronto cumplirá su primer año, y se nota. En las contadas ocasiones en las que le hemos visto aparecer en público, se ha mostrado como un niño alegre y cada vez más activo. Y no tuvo miedo a acercarse a los caballos. Además, su madre también estuvo muy alegre y cómplice con el público. De esta manera, no dudó en saludar e incluso lanzar besos.
Por su parte, su padre Guillermo, que forma parte de esa generación de jóvenes herederos muy bien preparados, disfrutó de uno de sus hobbies favoritos, pero además colaboró a recaudar fondos por una buena causa.
