El puerro es un vegetal que, entre otras propiedades, ayuda a adelgazar. Además de ser muy ligero, el puerro aporta grandes dosis de agua, potasio y fibra, de efecto depurativo. Tomar caldo de puerro y apio o una vichysoisse (sin nata líquida) es un hábito que ayuda a controlar el apetito, al tiempo que mejora el estado de la flora intestinal y combate el estreñimiento.
Puerro beneficios El puerro pertenece a la misma familia que la cebolla o el ajo, aunque lógicamente tiene su particular sabor y propiedades. Los extremos verdes de las hojas del puerro, ideales para hacer los caldos y las sopas, contienen gran cantidad de clorofila, un pigmento anticancerígeno que ayuda a desintoxicar el organismo y a oxigenar la sangre.
Por otra parte, se puede tomar crudo, en ensaladas, siendo un buen remedio para combatir los resfriados (efectos antibiótico y expectorante). Añadir puerro a las cremas, sopas y purés, o incluso como guarnición, ayuda a proteger el sistema cardiovascular. Esta hortaliza también es rica en magnesio, un mineral esencial para los huesos.
Sopa de puerros para adelgazar Para preparar esta receta necesitamos: medio kilo de puerros, medio kilo de zanahorias, 250 gramos de patatas, ajo (2), aceite de oliva, sal y pimienta negra. En primer lugar, lavamos y cortamos las verduras en dados. Pelamos los ajos y los doramos en una cazuela con el aceite de oliva (2-3 cucharadas), y a continuación añadimos las verduras cortadas, salteamos unos minutos y cubrimos con agua. Dejar cocer a fuego lento (35 minutos). Antes de retirar del fuego, añadir una pizca de sal y pimienta. Por última, pasar por la batidora.
Crema de puerros para adelgazar Para preparar esta receta necesitamos los siguientes ingredientes: medio kilo de puerros, medio litro de desnatada (desnatada), 1 cebolla mediana, aceite de oliva, 1 cucharada de harina. Para su elaboración, en primer lugar, ponemos los puerros picados en una cazuela con medio litro de agua (una pizca de sal) y cocemos hasta que estén tiernos. A continuación, escurrir y reservar el caldo y los puerros por separado. En una sartén, ponemos la cebolla picada en aceite de oliva, añadiendo los puerros cuando esté transparente. Rehogamos y añadimos la leche y la harina. Removemos y vamos añadiendo la leche restante y el vaso del caldo de los puerros. Damos un último hervor y pasamos por la batidora.
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