Nutrientes antiedad: Dieta para una vida larga y saludable. ¿Sabías que nuestra herencia genética solo determina el 25% de nuestra esperanza de vida? El llegar a mayores, envejecer, y hacerlo de forma activa y saludable depende fundamentalmente de nuestros hábitos y estilo de vida, y entre ellos la alimentación juega un papel esencial. Cuidar nuestra dieta, la cual se recomienda que sea baja en calorías –lo que no se traduce en comer menos, sino en comer de manera moderada y equilibrada- es invertir en salud. No pesan los años, pesan los malos hábitos.
La alimentación juega un papel fundamental a cualquier edad, siendo la mejor barrera de protección contra algunos problemas de salud como diabetes, obesidad, hipertensión, colesterol, entre otros. Problemas que merman nuestra salud y, por tanto, la calidad de vida al hacernos mayor. La alimentación –una dieta rica, variada y equilibrada-, junto a la práctica de ejercicio físico y un estilo de vida sano y activo, es un factor esencial para lograr una vida larga y saludable.
A medida que nos hacemos mayores nuestra dieta debe ir ajustándose a nuestras necesidades energéticas, mucho menores. No se trata de comer poco, sino de comer de manera moderada y equilibrada para que nuestra dieta no carezca de los nutrientes esenciales. Entre los nutrientes antiedad, los antioxidantes reducen el daño que provocan en las células los radicales libres, moléculas que influyen en el envejecimiento y en la aparición de determinadas enfermedades. Antioxidantes que encontraremos en los grupos de nutrientes de los flavonoides, vitaminas y resveratrol.
Los flavonoides disminuyen el riesgo de padecer patologías vasculares y Alzheimer. Los encontramos en alimentos como los cítricos (naranjas, limones), las manzanas, cerezas, uvas o té verde. Por su parte, entre las vitaminas destacan las del grupo A y E. Las primeras, ayudan a elevar las defensas del organismo. Están presentes sobre todo en hortalizas como las zanahorias, vegetales de hojas verdes como las espinacas, frutas como el melón, el melocotón o los huevos. Las vitaminas del grupo E ayudan a prevenir el colesterol y los problemas de memoria. Son ricos en esta vitamina alimentos como el pan integral, los frutos secos (almendras, pipas), aceitunas o aceite vegetal.
Por último, el resveratrol ayudar a fortalecer los huesos, reduce el riesgo de cataratas y mejora la función cardiovascular. Lo encontramos fundamentalmente en las uvas, las frutas del bosque, los cereales integrales y frutos secos como los cacahuetes.
Alimentos a evitar
De igual manera que algunos nutrientes y alimentos no pueden faltar en nuestra dieta, hay otros cuyo consumo debe ser lo más moderado posible. Entre ellos, las grasas saturadas presentes en las carnes rojas, en los embutidos, lácteos enteros, bollería industrial y productos precocinados. Alimentos que pueden elevar los riesgos de colesterol y trastornos cardiovasculares.
De igual manera conviene moderar el consumo de alcohol (menos de dos copas al día en el caso de los hombres, una en el caso de las mujeres) y evitarse si hay alguna patología cuyo tratamiento lo desaconseje.
Por último, conviene reducir el consumo de sal, para atajar los riesgos de padecer hipertensión y trastornos cardiovasculares. De igual manera hay que moderar el consumo de alimentos que contengan excesiva sal oculta (embutidos, conservas…).