El yoga es una disciplina oriental, de origen milenario, que nos brinda la posibilidad de equilibrar la mente y el cuerpo. Sus múltiples beneficios se han convertido en su mejor argumento para cuidar la salud y el bienestar. El yoga reporta energía, ayuda a liberar tensiones y, además, ayuda a adelgazar. Uno de sus beneficios menos conocidos, pero sin que duda resulta muy interesante, sobre todo si estás a dieta o estás decidida a recuperar tu peso ideal.
A la hora de adelgazar o perder esos kilitos de más, contar calorías no es lo más importante. De entrada, es importante combinar dieta y ejercicio, pudiendo resultar el yoga tan beneficioso como la práctica de ejercicio aeróbico, ya que ayuda a tonificar brazos, glúteos, piernas y abdominales, así como a fortalecer los músculos de la espalda. A través de la adopción de las diferentes posturas y ejercicios, el yoga ayuda a tomar conciencia del cuerpo, a una mejor aceptación de uno mismo y a mejorar el equilibrio mental y físico.
Posiones yoga para adelgazar Hay determinadas posiciones o asanas que ayudan a una pérdida de peso más eficaz. Vamos a ver tres ejemplos de posiciones que garantizan el gasto calórico, así como una buena tonificación de los músculos:
- La posición del camello: Nos colocamos de rodillas y echamos lentamente el cuerpo hacia atrás, hasta tocar con las manos los talones, con las palmas de las manos hacia abajo y la espalda arqueada. Mantener la posición durante unos minutos y luego relajar los músculos y volver a la posición inicial.
- La posición del guerrero: De pie, damos un paso hacia adelante con la pierna derecha, doblándola ligeramente, preparándonos para apoyar el peso del cuerpo sobre ella. La pierna izquierda se queda atrás estirada. Levantamos los brazos en forma de cruz, y flexionamos del tronco hacia delante, manteniendo la posición durante unos minutos. Recuperamos la posición inicial.
- La posición de la gaviota: De pie, doblamos ligeramente las rodillas y bajamos el torso lentamente hasta casi rozar las piernas. Colocamos los brazos en cruz y nos levantamos de puntillas. Tratar de mantener la posición, simulando un pájaro volando, durante unos minutos, exhalando e inhalando profundamente antes de relajar los músculos y volver a la posición inicial.
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