¿El pan engorda?, ¿cuántas calorías tiene el pan? Son dos de las preguntas a las que vamos a dar respuesta y que nos ayudarán a desmontar algunos falsos mitos en torno al pan que han hecho que su consumo, erróneamente, se reduzca.
El pan no solo no engorda, sino que especialmente el pan integral (más rico en fibra) puede ayudar a perder los kilos de más. Eliminarlo de la dieta cuando queremos adelgazar es un error. Eso sí, hay que tomar raciones más pequeñas, pero no eliminarlo totalmente.
Precisamente las calorías atribuidas al pan son las que han generado falsos mitos en torno a unos de los alimentos básicos de toda dieta sana y equilibrada, porque como veremos más adelante el pan es rico en muchos nutrientes. ¿Cuántas calorías tiene el pan? 100 gramos de pan blanco equivalen a 290 calorías, mientras que 100 gramos de pan integral se traducen en 243 calorías, muchas menos que otros alimentos que además de calorías también esconden grasas. El pan debe estar presente en todas las comidas del día. Lo aconsejable es tomar 4 raciones de 50 gramos de pan a lo largo del día. Eso sí, si estamos a dieta, evita combinarlo con los platos de pasta y de arroz, porque sumarían demasiados hidratos.
Pan: propiedades El pan contiene proteínas, vitaminas (sobre todo del grupo B), minerales (calcio, fósforo, potasio y magnesio) e hidratos de carbono de absorción lenta, lo que reporta energía de una forma más gradual. Aunque el contenido calórico del pan blanco y el integral es muy similar, sí es cierto que éste último, al no estar refinado, contiene más vitaminas, fibra y minerales. Es bueno incluirlo en la dieta para evitar molestias intestinales y prevenir el estreñimiento. Además, al contener fibra, si estamos a dieta, también nos ayuda a saciarnos antes y a controlar mejor el apetito.
El pan se elabora con harina de trigo, agua, sal y levadura. Pero algunos panes especiales, como el de molde, que también contener grasas vegetales y saturadas. Conviene, en este caso, fijarse bien en la etiqueta del producto.
Tipos de panes El más conocido y consumido, el pan blanco, pero hay otros muchos panes que también aportan sabor y nutrientes a la dieta. Así, por ejemplo, el pan de centeno es rico en fibra y un excelente aliado para evitar problemas de huesos y articulaciones, como la artrosis; el pan de maíz no contiene gluten, por lo que es apto para las personas con celiaquía; el pan de espelta, por su parte, es rico en proteínas y de fácil digestión; el pan de 4 cereales incluye trigo, avena, sésamo y linaza.
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