Luis Rubiales ha sido noticia por partida doble: las declaraciones del presidente de la RFEF que nadie esperaba que hiciese
José Luis Rubiales siempre se ha visto envuelto en la polémica desde que ostenta el cargo de presidente de la RFEF. Nada más comenzar su mandato prometió cambiar las cosas en la federación española, pero lo cierto es que más bien ha hecho todo lo contrario en muchos aspectos. Su relación con los medios de comunicación ha sido bastante cambiante. Comenzó siendo un líder bastante querido, pero con el paso del tiempo, y de las noticias, es uno de los principales objetivos de la prensa.
Ha sido noticia por motivos bastante polémicos, pero él siempre ha querido defenderse de todos los ataques ante la prensa. Si en algo ha destacado es en defender el deporte femenino y el fútbol modesto. Recibe 40 millones de euros por mandar la Supercopa de España a Arabia Saudí. En ese país no creen en la igualdad entre hombres y mujeres, son destinados a mejorar el fútbol de las categorías más bajas. Esta situación le ha hecho ganarse muchos enemigos, y más después del beso con Jennifer Hermoso.
Rubiales pide perdón por su polémico beso a una de las campeonas del mundo
La Selección Española se proclamó campeona del mundo al ganar 1-0 en la final a Inglaterra. Olga Carmona fue la ‘MVP’ del partido gracias a su golazo. Después del pitido final los focos fueron a parar a José Luis Rubiales y a Jennifer Hermoso. El presidente de la RFEF ha pasado de defenderse contra todos sus críticos a pedir perdón de forma pública a través de un vídeo en las redes sociales de la RFEF.
En un vídeo publicado por la RFEF, Rubiales ha querido pedir perdón a Jennifer Hermoso y a todos sus críticos por el beso tras el pitido final del Mundial de Australia. Este es su mensaje: «También hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado».
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«Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes», añade. «A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra», concluye.
