Vacunas: Dormir menos de 6 horas reduce su eficacia. El sueño o el dormir bien revalidan su papel en el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, en concreto, de nuestro sistema inmunitario. La última responsabilidad que le atribuyen los investigadores es su capacidad de influir en la eficacia de las vacunas, de tal manera que un novedoso estudio constata que dormir menos de 6 horas inhibe la formación de los anticuerpos en nuestro organismo y, por tanto, la defensa contra las infecciones o patologías.
Sabemos que el sueño es fundamental. El papel reparador del sueño o el descanso es esencial para proteger nuestro organismo y nuestro sistema inmunitario, y precisamente éste es el que, según un novedoso estudio de la Universidad de California (San Francisco, Estados Unidos), se ve afectado cuando nuestro sueño no es lo suficientemente reparador. En concreto, los investigadores han constatado que dormir menos de seis horas reduce la eficacia de las vacunas. La novedad del estudio, publicado en Sleep (revista respaldada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia), en que por primera vez se desvela el papel del sueño en la respuesta inmune de las vacunas.
Los científicos han constatado que aquellas personas que presentan falta o problemas del sueño son más vulnerables a padecer infecciones del sistema respiratorio. El insomnio, las dificultades para dormir sin interrupciones durante la noche son un trastorno común entre la población. Para corroborar la hipótesis de que el sueño afecta al sistema inmune, en el estudio participaron 125 personas que presentaban un estado de salud óptimo, de edades entre los 40 y los 60 años (55 hombres y 70 mujeres). Los autores del estudio, además de analizar la rutina diaria y el estilo de vida de los participantes, también hicieron un seguimiento de seis meses para comprobar los cambios que se registraban en el sistema inmune tras serle aplicada la vacuna de la hepatitis B (tres dosis a lo largo de un trimestre), cuyos anticuerpos en condiciones normales se generan en las primeras horas. El resultado, aunque esperado, no ha dejado de sorprender, puesto que la respuesta de la vacuna o protección inmunológica variaron en función de las horas de sueño del paciente.
Así, según los resultados publicados, aquellos que dormían menos de 6 horas al día no lograron desarrollar una respuesta inmune adecuada, y aunque en ningún caso se adquirió la infección de hepatitis B para la que se desarrolló la vacuna, sí tuvieron un 11% más de infecciones respiratorias que los que durmieron más de 7 horas durante el tiempo que duró la investigación.
¿Supone esto que hay que dormir más de 7 horas por norma saludable? La Fundación Americana para el Sueño recomienda que, en el caso de los adultos, se duerma entre siete y nueve horas para que nuestro sistema inmune funcione como un reloj. Lógicamente, los investigadores tampoco olvidan que el estrés juega un papel destacado en la regulación y conciliación del sueño, un factor que no se puede pasar por alto ya que, como se ha constatado, dormir poco afecta directamente a nuestro sistema de defensas.