Hablar de útero en retroversión o retroflexión es sinónimo de útero invertido puede generar dudas y, a partir de ahí, preocupación. Qué complicaciones puede tener y qué relación tienen el útero en retroversión y embarazo. También nos interesa conocer la relación entre el útero en retroversióny el parto para conocer su comportamiento –mayor o menor probabilidad de cesárea– son algunos de los interrogantes a resolver, partiendo de que el útero invertido es, en términos médicos, una característica anatómica que, aunque por su nombre pueda hacernos pensar en algo severo, lo cierto es que no está considerado como un problema grave para la salud. Veamos más detenidamente cómo se diagnostica, cuáles son sus síntomas y su tratamiento.
Se define como útero invertido cuando este órgano se encuentra inclinado hacia atrás, en lugar de su posición normal, es decir, en vertical o ligeramente hacia adelante. Una característica de la anatomía femenina que, en principio, no supone ningún problema, salvo que la posición del útero responda a otros problemas de salud como endometriosis o enfermedad pélvica inflamatoria. Vamos a definir, en primer lugar, qué es el útero invertido y en qué se traduce esta diferencia anatómica.
Útero invertido: ¿qué es?
El útero invertido es simplemente un posicionamiento diferente al natural. Las causas del útero invertido pueden ser congénitas –de nacimiento- o adquiridas. En el segundo caso el útero invertido puede ser determinada por factores tales como embarazos complicados, abortos o inflamación de la zona de la pelvis y el propio útero, endometriosis y, en algunos casos excepcionales, la presencia de tumores.
Útero invertido: diagnóstico y síntomas
Una sencilla prueba como una ecografía pélvica permite diagnosticar fácilmente la posición del útero. Respecto a los síntomas hay que apuntar que no suelen ser nada específicos. Hay que tener en cuenta que, aunque se trata de una anomalía que afecta a un porcentaje importante de mujeres, la mayoría no manifiesta ningún síntoma ni complicación, llevando una relación íntima de pareja sin problemas y un embarazo y concepción normal.
Cuando la posición del útero invertido es pronunciada sí puede manifestar algún síntoma, como menstruaciones dolorosas, secreción de moco cervical entre ciclos y sensación de distensión muscular. El Útero en retroversión y el dolor también pueden ir unidos cuando hablamos de las relaciones íntimas de pareja.
Útero invertido: tratamiento
Si el útero invertido no conlleva síntomas o problemas para la salud los médicos aconsejan dejarlo como está. Hasta hace poco tiempo la tendencia era a intervenir quirúrgicamente –cirugía ginecológica- para recolocarlo, pero hoy en día se aconseja no intervenir, a menos, como hemos señalado, que la posición cause alguna perturbación a la mujer, en cuyo caso se aplica cirugía correctiva.
Útero invertido: concepción y embarazo
En general, el Útero en retroversión y la fertilidad no dan problemas, así como tampoco en el embarazo, ya que al ser un órgano móvil su ubicación cambia con el aumento del volumen y a medida que crece el feto. En cuanto a la concepción, las teorías de los especialistas son un poco controvertidas. La posición normal del útero es inclinada hacia el abdomen para facilitar el acceso de los espermatozoides (siempre y cuando las trompas de Falopio no estén bloqueadas), por lo que es aconsejable consultar al ginecólogo para evaluar si la posición anatómica del útero puede entrañar alguna dificultad o no a la hora de concebir.
De todas formas hay posturas para el útero en retroversión que nos ayudan a quedarnos embarazadas, pero siempre es mejor consultar con un especialista. La posición normal es el útero en anteversión, por lo que cualquier caso que se salga de esa normalidad debe ser consultado. Existen otras anomalías relacionadas como el útero retroverso o el útero arcuato.