[multipage]
La urea es el producto final de desecho del metabolismo de las proteínas. Si los riñones no realizan correctamente su función, el resultado es que la urea se acumula en la sangre y se eleva su concentración. Al igual que con la mayoría de los valores que nos desvela una analítica de sangre (azúcar, colesterol…), si se supera un determinado umbral, no hay que subestimar ni sus síntomas ni sus causas. Una de las primeras medidas será revisar la dieta, teniendo claro qué alimentos podemos tomar y cuáles no. [/multipage]
[multipage]
1. Valores normales
Los valores normales de referencia se sitúan entre 22 y 46 mg/dl. Los riñones son los encargados de mantener los niveles en los valores adecuados, eliminando la urea a través de la orina. Pero si no funcionan bien, el cuerpo será incapaz de eliminar el nitrógeno residual acumulándose en la sangre. [/multipage]
[multipage]
2. Causas
No solo un fallo de los riñones explica la urea alta. Entre las causas también está una dieta muy alta en proteínas, beber poco agua, el exceso de ejercicio o la presencia de cálculos renales o enfermedades como cirrosis o gota. La urea alta puede darse en etapas como el embarazo. [/multipage]
[multipage]
3. Síntomas
Astenia, palidez, pérdida de peso, taquicardia, vómitos y diarrea son los síntomas más comunes que acompañan a la urea alta. Para confirmar el diagnóstico hay que acudir al médico, descubriendo la causa del aumento de los niveles y adoptando la terapia más adecuada para equilibrarlos. [/multipage]
[multipage]
4. Dieta y alimentos a evitar
La hidratación es fundamental. El agua es el mejor aliado para reducir los niveles, ya que ayuda a depurar y a eliminar la urea y residuos de proteínas. Hay que evitar los alimentos demasiados ricos en proteínas, como queso, embutidos, carne roja, atún, bacalao, merluza, piñones, soja. [/multipage]
