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Por lo general, el problema se manifiesta en las piernas, siendo más vulnerables aquellas personas que tienen algún problema previo de coagulación de la sangre o aquellas que pasan demasiado tiempo sentadas. Aunque la mayoría de los trombos son pequeños y el cuerpo es capaz de disolverlos, no conviene subestimar las complicaciones de este trastorno, ya que los trombos pueden alcanzar a los pulmones (embolismo pulmonar), a lo que hay que sumar que no siempre se manifiestan con síntomas evidentes, como dolor, irritación o hinchazón en la pierna. [/multipage]
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1. Síntomas
Hinchazón de piernas, dolor en la zona de la pantorrilla, irritación o sensibilidad en la zona son algunos de los síntomas que pueden acompañar a los coágulos. También puede darse un enrojecimiento y aumento de la temperatura de la pierna afectada. No siempre son tan evidentes los síntomas. [/multipage]
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2. Causas
Las causas pueden ser diversas. Permanecer durante largo tiempo sentados o con las piernas inmovilizadas (un viaje largo, reposo en cama prolongado) puede aumentar el riesgo. Otros factores son el tabaco, sobrepeso y problemas de insuficiencia cardíaca. [/multipage]
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3. Tratamiento
Detener el trombo y la formación de otros para evitar que lleguen a los pulmones será el objetivo del tratamiento. Terapia que incluirá medicamentos anticoagulantes o, en situaciones severas y ante un riesgo de hemorragias graves, trombolíticos, para disolver los coágulos. [/multipage]
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4. Prevención
Algunos sencillos consejos reducen riesgos. Entre ellos, usar ropa cómoda para viajes largos y tratar de moverse cada 1-2 horas; si estamos sentados, evitar cruzar las piernas y ejercitarlas, subiendo y bajando los talones o las puntas de los pies; beber agua y evitar las bebidas alcohólicas. [/multipage]