Trastornos del sueño: Complicaciones por la demora del diagnóstico

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Trastornos del sueño: Complicaciones por la demora del diagnóstico. Se estima, según datos médicos, que una de cada tres personas tiene problemas para dormir y descansar. Trastornos que, aunque en algunos casos no les prestemos la debida atención, pueden derivar en complicaciones para la salud si no se diagnostican y tratan a tiempo. Complicaciones cardiovasculares y trastornos psicológicos. Cuando el sueño deja de ser reparador y se convierte en un problema, es hora de consultar al médico.
 
Dormir y descansar es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Todos, en alguna ocasión a lo largo de la vida, hemos tenido problemas para conciliar el sueño, pero cuando esta dificultad deja de ser pasajera es una prueba de que algo no funciona bien. Trastornos del sueño que, según datos médicos, afectan a cerca del 30 por ciento de la población, y que como apuntan desde la Sociedad Española del Sueño, pueden conllevar complicaciones cardiovasculares o derivar en patologías psiquiátricas. Dormir mal tiene sus primeras consecuencias al levantarnos, ya que notaremos un mayor cansancio y mayores dificultades para desempeñar las tareas cotidianas. Las dificultades de atención y de concentración, una mayor irritabilidad, son algunas de las consecuencias psicológicas de dormir mal.
 
El diagnóstico precoz también juega en este capítulo de la salud un papel importante, por lo que no conviene retrasarlo. De hecho, en nuestro país, los especialistas demandan la puesta en marcha de un plan estratégico nacional para acelerar el diagnóstico y evitar retrasos que, en algunos casos, pueden rondar el año.
 
¿Por qué es tan importante el sueño? El descanso tiene un papel esencial para nuestra salud física y mental. El sueño es reparador para nuestro organismo, además de intervenir en procesos metabólicos esenciales y de garantizar la capacidad de concentración, autocontrol y memoria a lo largo de todo el día. Dormir mal nos hace más vulnerables, y así lo han constatado diferentes estudios, a padecer problemas psiquiátricos y a un mayor aumento de los riesgos de patologías cardiovasculares como los accidentes cerebrovasculares o la cardiopatía isquémica.
 
Uno de los trastornos del sueño más comunes es la apnea, caracterizada por la interrupción durante unos segundos de la respiración. Se estima que afecta en torno al 4% de los hombres y al 2 por ciento de las mujeres, afectando tanto a adultos como a niños y adolescentes. La apnea no solo interrumpe y perturba el sueño, sino que genera fatiga, somnolencia diurna y puede desencadenar otros procesos como un aumento de la presión arterial.
 

Problemas de sueño en niños

Los problemas o trastornos del sueño también afectan a los más jóvenes. De hecho, el diagnóstico en la población pediátrica ayuda a prevenir otros problemas como alteraciones en el déficit de atención, incorrecto desarrollo neuropsicológico o una mayor tendencia a padecer problemas de obesidad. El sueño es un hábito que debemos cuidar y proteger. De ahí la importancia, no solo de dormir las horas necesarias, sino de hacerlo con calidad. Si notamos que el descanso no es reparador, debemos consultar al médico para diagnosticar la causa y atajar el problema, el cual en ocasiones requiere un sencillo tratamiento.

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