Trastornos alimentarios: Cuando la comida se convierte en obsesión. Bulimia nerviosa, anorexia y trastorno por atracón son tres de las alteraciones de la conducta alimenticia más frecuentes, especialmente entre las mujeres jóvenes, más vulnerables a padecer un trastorno alimentario –según datos de la Sociedad Española de Patología Dual- que, en algunos casos, puede venir acompañado de otras adicciones.
Los trastornos alimentarios no constituyen solo un problema físico –por las severas consecuencias que pueden entrañar, sino también, como señalan los médicos y especialistas, un trastorno mental. De hecho, se estima que en un porcentaje que ronda el 15%, los problemas de conducta alimentaria suelen venir acompañados de algún otro tipo de adicción. Los trastornos alimentarios podrían definirse como la alteración de la conducta alimenticia o, en otras palabras, cuando la comida se convierte en una obsesión, en el enemigo. Un trastorno al que las mujeres somos más vulnerables. Según un perfil tipo del paciente con trastorno de la conducta alimentaria –realizado por la Sociedad Española de Patología Dual, SEPD-, éste responde al de una mujer joven, menor de 30 años, y universitaria. Trastornos que, tal y como avisan los especialistas, son cada vez más frecuentes.
En el origen de la alteración de la conducta hacia la comida también influye la salud mental, en concreto, un elevado nivel de autoexigencia, insatisfacción personal, miedo a hacerse mayor o una idea errónea sobre la comida y el peso pueden hacernos no solo más vulnerables, sino ser el desencadenante de problemas como la anorexia nerviosa, la bulimia o el trastorno por atracón, tres de los trastornos más frecuentes. En concreto, la bulimia supera a la anorexia en tasas de prevalencia.
Anorexia, bulimia y trastorno por atracón: ¿Qué tienen en común?
Los tres, en términos médicos, comparten un patrón impulsivo (vómitos, práctica excesiva de ejercicio físico y consumo de laxantes) y un déficit del control inhibitorio. Problemas en la conducta alimenticia que suelen estar venir además acompañados de otro tipo de adicciones, como el consumo de bebidas alcohólicas o la excesiva ingesta de cafeína. Precisamente, la impulsividad multiplica tanto el riesgo de consumir este tipo de sustancias como de recurrir a las conductivas purgativas.
Así, según diversos estudios llevados a cabo en las unidades de trastornos de la conducta alimentaria de algunos centros hospitalarios han desvelado que los pacientes con trastornos alimentarios consumen, de media, 3 sustancias que generan adicción. La cafeína lidera este particular ránking (86%), seguida del alcohol (72%) y tabaco (51%). Cabe señalar que, en los casos de pacientes con bulimia, la adicción y el consumo perjudicial de bebidas alcohólicas se multiplica.
Los trastornos de la conducta alimenticia requieren un diagnóstico certero y un tratamiento, ya que de lo contrario pueden poner en serio riesgo la salud de quien lo padece. La anorexia, la bulimia, pueden afectar severamente a la salud y a la calidad de vida. Una merma de la salud que también se manifiesta en un menor rendimiento, bajo estado de ánimo o un mayor grado de insatisfacción. Trastornos que pueden afectar a todos los aspectos de la vida (social, familiar, laboral) y en los que también suele estar presente un marcado nivel de estrés.