Terapia de estrógeno: ¿Influye en la patología de cálculos biliares?

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Terapia de estrógeno: ¿Influye en la patología de cálculos biliares? En concreto, y según un estudio en el que han participado más de 70.000 mujeres y cuyos resultados se acaban de conocer, la terapia de estrógeno oral para la mujer en la etapa menopáusica produce un incremento del riesgo de cirugía de vesícula biliar. El estudio también arroja otro dato interesante, y es que el efecto se produciría en el caso de la toma oral, no cuando la terapia se aplica con parches en la piel o con geles. En estos casos, no se detectó un riesgo mayor.
 
¿Qué relación hay entre la terapia de estrógeno oral y el mayor o menor riesgo de complicaciones de la patología de cálculos biliares? Un estudio, realizado en Francia, con la participación de más de 70.000 mujeres, ha desvelado que esta terapia para la mujer en la etapa menopáusica aumenta el riesgo de cirugía de vesícula biliar. Los resultados, publicados en Canadian Medical Association Journal, distinguen entre la terapia oral, los parches cutáneos o los geles.
 
Cabe señalar que las mujeres a partir de los 50 somos más vulnerables a la patología de cálculos biliares. Además de la edad, los especialistas apuntan a otros factores de riesgo, tales como la obesidad, los niveles altos de colesterol, la diabetes, la alimentación desequilibrada y el haber sido en madre en dos o más ocasiones.
 
Durante 16 años (entre los años 1992 y 2008), los investigadores analizaron si las mujeres que seguían una terapia hormonal durante la menopausia tenían mayor riesgo de cirugía de la vesícula biliar (denominada colecistectomía) en los casos de complicaciones de la patología de cálculos biliares. Y los resultados confirmaron que hay un mayor riesgo, en concreto entre las mujeres a las que se administró una terapia de estrógeno por vía oral. De igual manera, y como corroboran los investigadores, otros tipos de terapias se asociaron con un riesgo menor de colecistectomía.
 
A tenor de estos resultados, los autores consideran que este efecto debe sumarse a los efectos (tanto los beneficios como los riesgos) de la terapia hormonal para combatir los síntomas de la menopausia (sofocos, irritabilidad, insomnio, entre otros). De hecho, las recomendaciones actuales inciden en que es aconsejable reducir las dosis así como la duración de la terapia hormonal. En el caso de que se considere necesaria, ya que los síntomas de la menopausia pueden condicionar seriamente la calidad de vida de la mujer, hay que valorar la idoneidad de optar por otras fórmulas, no solo las orales, como los parches o los geles, los cuales han demostrado menos efectos adversos.
 
La terapia hormonal, siempre que se administre bajo control médico y un durante un tiempo determinado, ayuda a tratar los síntomas característicos de la menopausia. En la actualidad, en nuestro país, según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (aportados durante la celebración del último congreso nacional de Salud y Medicina de la Mujer), entre el 10-16% de las mujeres menopáusicas recurren a la terapia hormonal. La mayoría de los síntomas de la menopausia están causados por un déficit de estrógenos, compensando esta carencia a través de la terapia hormonal. La terapia hormonal, además de ser efectiva para tratar síntomas como los sofocos, también previene los riesgos cardiovasculares y reduce los síntomas de la osteoporosis.

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