¿Qué es la tenosinovitis de De Quervain? Detrás de esta denominación se encuentra una inflamación de los tendones de los dedos pulgares, los encargados de su movimiento. Un molesto trastorno que suele venir acompañado de dolor al moverlo, sobre todo al extender o flexionar el dedo, y que puede ser punzante o irradiarse a otras zonas como el antebrazo o el codo.
También puede aparecer rigidez y entumecimiento y, en los casos crónicos, pérdida de fuerza y debilidad de los dedos. En algunos casos, a consecuencia del dolor, resulta incluso complicado hacer un gesto como la pinza con la mano o coger objetos. Se da la circunstancia que las mujeres, sobre todo entre los 35 y los 55 años, son más proclives a padecer esta dolencia. ¿Cuáles son las causas de la tenosinovitis de De Quervain?, ¿cuál es el mejor tratamiento?
Causas
Descrita por el cirujano suizo Fritz de Quervain, a quien debe su nombre, los movimientos repetitivos y aquellos que supongan una sobrecarga son las principales causas de la aparición de esta dolencia, por ejemplo, el uso continuado del ratón y el teclado del ordenador, determinadas tareas del hogar e, incluso, la práctica de algunos deportes, como el golf o el tenis. Es una dolencia común en profesiones que impliquen movimientos continuos y repetitivos del dedo pulgar, por ejemplo, los camareros, peluqueros, carpinteros o masajistas, entre otros. Además, hay que señalar que algunos trastornos de la salud aumentan las posibilidades de padecerla, tales como la artritis reumatoide, la psoriasis o la diabetes.
Tratamiento
Para su diagnóstico se recurre a una sencilla prueba denominada denominada la maniobra de Finkelstein, y que se basa en cerrar el puño colocando los dedos sobre el pulgar y, a continuación, doblar la muñeca hacia el dedo meñique. En caso de duda, el médico también puede recomendar una radiografía para descartar la presencia de otras dolencias (artrosis, fracturas…). Para su tratamiento, lo más aconsejable es el reposo, evitando todas aquellas actividades que nos obliguen a forzar o a realizar movimientos repetitivos. El médico puede recetar algún antiinflamatorio (ibuprofeno, por ejemplo), así como aconsejar portar una férula durante al menos una semana para mantener inmovilizado el dedo. Aplicar frío ayuda a reducir la inflamación y calmar el dolor. Si la dolencia persiste, el médico puede recomendar realizar rehabilitación con tratamientos fisioterapéuticos.
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