La sobrecarga es el motivo más común de aparición de la tendinitis. Seguir una serie de consejos para una buena recuperación ayudará a que ésta sea más rápida y efectiva, ya que de lo contrario el problema puede volverse crónico. El dolor que acompaña a la tendinitis no solo resulta molesto, sino también puede dificultarnos el realizar algunas actividades cotidianas e, incluso, practicar ejercicio. Vamos a ver más detenidamente algunos consejos básicos que nos ayudarán a mantener a raya la tendinitis.
La tendinitis es una inflamación de los tendones que afecta a las articulaciones. El tendón es la prolongación de las vainas de fibras conjuntivas que envuelven los paquetes musculares y los músculos completos y sirven para sujetarlos al insertarse en los huesos. El tendón es fibroso, rígido y de gran resistencia a la tracción, pero también puede resentirse, por ejemplo, por un exceso de uso o sobreesfuerzo o por falta de calentamiento antes de realizar ejercicio. Además de las sobrecargas, la adaptación reiterada de malas posturas o un movimiento repetitivo también puede provocar la aparición de tendinitis.
Tendinitis: Tipos
La tendinitis puede ser de varios tipos, en función de la zona afectada. Las manos son las más proclives a sufrir esta dolencia, pero la tendinitis también puede aparecer en los hombros –sobre todo a partir de una determinada edad, en torno a los 40, y como consecuencia también de un mayor debilitamiento de los tejidos y músculos-, en los codos, en las muñecas o en el talón (produce un característico dolor al caminar y al intentar ponerse de puntillas).
Recuperación
El reposo es imprescindible para una correcta recuperación y, sobre todo, para evitar posibles recaídas. Cuando no se cura bien, la zona afectada será mucho más vulnerable a resentirse incluso realizando un esfuerzo menor. Reposo durante unas tres semanas, moviendo la zona más o menos en función del dolor. Aplicar calor y frío ayuda a calmar las molestias, no solo cuando aparece la tendinitis sino también como medida preventiva. En este caso, conviene aplicar calor antes de iniciar cualquier tipo de actividad o ejercicio y, al finalizar, frío, para evitar la inflamación de los tendones.
Una vez que las molestias hayan comenzado a remitir, conviene empezar a realizar ejercicios de fortalecimiento muscular. El objetivo es devolver a la articulación la movilidad perdida.
En ocasiones, si la lesión afecta al hombro o al codo, conviene llevar un cabestrillo para una recuperación más rápida y duradera. Existe también la opción de usar tobilleras o muñequeras, cuando la tendinitis aparece en las manos o muñecas (sobre todo por efecto de las posturas incorrectas o por estar demasiado tiempo utilizando el ordenador, por ejemplo).
Tendinitis: Tratamiento con fármacos
Antiinflamatorios y analgésicos son los dos fármacos más recomendados para aliviar los síntomas de la tendinitis, caracterizada sobre todo por el dolor y la inflamación. Lógicamente, debe ser el médico el que prescriba el tipo de medicamentos y la duración del tratamiento. Es aconsejable tomarlos el menor tiempo posible, sobre todos los antiinflamatorios, los cuales tienen más efectos secundarios.