La tanorexia es una adicción al bronceado, la obsesión por el tomar el sol en verano, incluso sin protección, y en cabinas de rayos UVA en invierno. La tanorexia afecta a las personas que no pueden concebir en su piel un tono más bajo que el ya tienen. Las consecuencias de la tanorexia pueden ser fatales para la salud de la piel.
En épocas de calor, a todos nos gusta tomar el sol para ponernos morenos. Pero hay que tener cuidado con obsesionarse en verano con lucir bronceado ya que puede derivar en trastornos como la tanorexia. ¿Qué esconde este trastorno?, ¿qué efectos puede tener sobre la salud?,
Tanorexia: ¿qué es?
La tanorexia es un trastorno dismórfico corporal, una alteración de la percepción de la propia imagen, punto en común con otros trastornos como la anorexia. Muy críticos con su aspecto físico, llegan a ver su piel demasiado blanca cuando en realidad están excesivamente morenos. Para los adictos al sol estar moreno es sinónimo de sentirme más atractivos, pero en realidad nunca es suficiente y se exponen a la luz del sol a todas horas durante el verano y, si no es posible, recurrirán a las cabinas de rayos UVA. Excederse con el bronceado artificial entraña tantos riesgos para la piel como hacerlo con el bronceado natural.
Un estudio realizado por la la Universidad Wake Forest (EEUU) en 2006 demostró que la dependencia viene provocada por la liberación de opioides y endorfinas mientras se toma el sol, neurotransmisores de placer, lo que lleva a que el exceso de horas tomando el sol se convierta en adicción, una de las peores para la salud de la piel.
Síntomas de la tanorexia
Los tanoréxicos presentan síntomas propios de alteración del comportamiento. La adicción al bronceado conlleva síntomas físicos y emocionales:
- Señales de envejecimiento prematuro de la piel por exceso de exposición al sol.
- Apariencia de piel seca y rugosa.
- Líneas de expresión más marcadas.
- Piel áspera en algunas zonas.
- Siempre piensa que su piel tiene un tono demasiado pálido.
- Compara continuamente su tono de bronceado con el de la gente de su entorno.
- Acude con demasiada frecuencia a centros de bronceado.
- La falta de exposición al sol puede provocar pérdida de apetito y ataques de nervios.
Consecuencias de la tanorexia
El verano es la época en la que nuestra piel está más expuesta a los riesgos de tomar el sol sin las debidas precauciones. Las consecuencias de la tanorexia o de los baños de sol sin protección pueden ser:
- Ansiedad y mayor riesgo de depresión.
- Mayor riesgo de padecer cáncer de piel.
- Lesiones cutáneas.
- Mayor riesgo de quemaduras cutáneas.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
- Aparición de arrugas más profundas.
- Mayor riesgo de problemas en la vista.
¿Cómo prevenir la tanorexia?
- Aceptar la propia imagen.
- Acudir al dermatólogo para conocer el riesgo de nuestra piel y el tipo de protección en función del fototipo.
- Tomar el sol de manera gradual, empezando por unos minutos durante los primeros días.
- Vigilar cualquier alteración permanente de la piel.
- Utilizar una crema para después de tomar el sol con reparadores del daño solar.
Cómo tratar la tanorexia
En el tratamiento de la tanorexia deben intervenir el psicólogo y el dermatólogo.
- Tratamiento psicológico: Terapia para evitar que el paciente siga tomando el sol de manera indiscriminada, trabajando además la corrección de la percepción de la imagen corporal.
- Tratamiento dermatológico: Tratar las alteraciones provocadas por el bronceado excesivo. Puede ser necesario recurrir a regeneradores cutáneos, tratamientos tópicos y, en los casos más severos, anticancerígenos.
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