Sistema inmunitario: Cuándo reforzar las defensas. Cuando nuestro organismo nos envía determinadas señales, como cansancio, apatía, reacciones alérgicas o, incluso, infecciones respiratorias recurrentes, como el tener más de tres resfriados al año, nos está avisando de que algo no funciona bien. Nuestro sistema inmunitario, el encargado de protegernos de virus y bacterias, puede necesitar una ayuda extra para reforzar las defensas.
Sentirse cansando, apático o con constantes trastornos respiratorios, desde resfriados a reacciones alérgicas,o trastornos digestivos, como diarreas crónicas, pueden ser un síntoma de que algo no marcha bien y que nuestras defensas están bajas. Nuestro sistema inmunitario, y su óptimo funcionamiento, es esencial para nuestra salud y para preservar nuestro organismo de los ataques de bacterias, virus o contagios. Además, nuestras defensas nos ayudan a recuperarnos de manera más rápida cuando enfermamos. Existen diferentes factores que pueden afectar al sistema inmunitario:
- Estrés: El exceso de estrés es perjudicial para la salud. No solo acelera el proceso de envejecimiento, sino que también es un factor de riesgo de diabetes y de artritis, a lo que hay que sumar que obstaculiza la respuesta del sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de infección o inflamación. Otros trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión también influyen negativamente en el sistema inmunitario, ya que puede ejercer un efecto inhibidor.
- Problemas de sueño: Un buen descanso es fundamental para recuperar el equilibrio. Durante el sueño, el sistema inmunitario sigue trabajando, pero si no dormimos o descansamos lo suficiente, perdemos este beneficio.
- Alimentación equilibrada: Una alimentación sana y equilibrada, como la dieta mediterránea, es la mejor manera de proteger nuestra salud y nuestra sistema inmunitario, con el aporte adecuado de los nutrientes básicos para mantenerse fuerte.
- Automedicación: Todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Nuestro objetivo debe ser prevenir, revisar nuestros hábitos y ver qué es lo que nos provoca, por ejemplo, un trastorno gástrico. No obstante, siempre se debe consultar al médico antes de tomar cualquier fármaco, ya que puede conllevar efectos secundarios para el sistema inmunitario.
Sistema inmunitario: Alimentos para las defensas
Una dieta sana y equilibrada es la mejor manera de reforzar nuestras defensas, a lo que hay que sumar que algunos alimentos, como el pescado azul (por su contenido en ácidos grasos Omega 3), el aceite de linaza o los frutos secos. Las semillas, en general, proporcionan antioxidantes y vitamina E.
Las frutas y verduras de colores son esenciales en la dieta, por su contenido en antioxidantes que nos protegen de los efectos de los radicales libres y, al tiempo, fortalecen el sistema inmunitario. Las vitaminas A, C y E, así c omo los betacarotenos, son los antioxidantes más destacados. El brócoli, tomates, manzanas, cítricos, fresas, calabazas, pimientos rojos, verdes y amarillos son solo algunos de los alimentos beneficiosos para fortalecer nuestras defensas.
La hidratación también es fundamental. Beber agua ayuda a nuestro sistema inmunitario, ya que transporta los nutrientes a las células y arrastra las tóxinas. Es aconsejable tomar, al menos, 8 vasos de agua al día, y para reforzar sus beneficios, tomar en ayunas un vaso de agua tibia con el zumo de un limón. Es aconsejable limitar el consumo de alcohol y de las bebidas estimulantes, pudiendo sustituir el café por te verde, el cual además contiene potentes antioxidantes.