¿Qué hay detrás de la denominada rodilla del corredor o condropatía rotuliana?, ¿qué es?, ¿cómo se trata? Son algunas de las preguntas a las que vamos a tratar de dar respuesta para conocer y distinguir los síntomas de una patología que afecta al tejido del cartílago que envuelve el hueso, sobre todo a la articulación entre el fémur y la rótula. Una patología entre cuyos síntomas más característicos se encuentra el dolor exterior de la rodilla al correr, aunque no es el único. Su diagnóstico es esencial para un tratamiento efectivo.
Caídas, golpes, pueden provocar un traumatismo de la rodilla, pero hay otros factores que provocan la degeneración o erosión progresiva del cartílago articular. Cuando aparece el dolor en la rodilla, acompañado de dificultades para realizar movimientos como subir escaleras, correr, arrodillarse o, incluso, andar, podemos estar ante una condropatía rotuliana, patología también denominada síndrome patelofemoral que afecta a la rótula y, en concreto, al cartílago rotuliano. Desde un traumatismo, sobrecarga, lesión, alteración ósea, debilitamiento de los tejidos o luxación, hasta un problema de artrosis pueden estar detrás de la condropatía rotuliana.
Causas y síntomas
Tal y como hemos señalado, las causas relacionadas con esta dolencia pueden ser diversas. La más común es la sobrecarga excesiva de la articulación, incluida la práctica de ejercicio físico de resistencia (de ahí que también se denomine a este dolencia rodilla del corredor), aunque hay dos factores de riesgo a los que hay que prestar especial atención, como son el sedentarismo y los problemas de sobrepeso. Ambos pueden afectar directamente a la salud de nuestros huesos y músculos, y la rodilla es uno de ellos.
El síntoma más evidente es el dolor entre la rótula y el fémur, especialmente intenso cuando la rodilla está flexionada o al levantarnos después de haber permanecido mucho tiempo sentados. El dolor, en ocasiones, puede ir acompañado de una contracción causada por la lesión del cartílago, llegando incluso a hincharse. Pero no todos los pacientes presentan síntomas tan evidentes, de hecho, en algunos casos esta dolencia puede ser asintomática.
Tratamiento lesión cintilla iliotibial
Contar con un diagnóstico certero –con la realización de las pruebas oportunas- es clave para aplicar el mejor rehabilitacion cintilla iliotibial. En los casos más severos, luxación de la rótula o mala alineación debido a malformaciones óseas, puede ser necesaria la cirugía, mientras que en el resto se aplican otras terapias como crioterapia y fisioterapia para cintilla iliotibial, cuyo objetivo es reducir el dolor y la inflamación de la cintilla iliotibial, así como recuperar la funcionalidad de la rodilla. En las fases agudas, lógicamente, no conviene forzar la rodilla de cualquier manera, ya que se pueden agravar los síntomas. El médico también puede prescribir un aparato ortopédico para mantener la rotula correctamente colocada. Posteriormente, se puede aplicar magnetoterapia y un programa de estiramiento y fortalecimiento muscular.
El momento de volver a practicar deporte o actividades físicas que requieren más movimiento dependerá del paciente y de su evolución, ya que no todos responden con la misma rapidez al tratamiento. Por lo general, el tratamiento, antes de volver a hacer deporte, suele durar unos dos meses. Para retomar las actividades cotidianas se requiere menos tiempo, en torno a varias semanas.