Detrás del insomnio puede esconderse algo más que problema a la hora de conciliar el sueño. Y es que el insomnio puede ser una señal de un trastorno físico o emocional. De ahí la importancia de tomar pastillas solo bajo prescripción médica y una vez diagnosticada la causa real del insomnio. Es decir, puede que sí sea conveniente seguir un tratamiento pero no precisamente para el insomnio. Ante los problemas para dormir, algo esencial para mantener el bienestar, ¿cuándo necesitamos realmente pastillas para dormir? Vamos a descubrirlo.
A todos, en algún momento de la vida, las preocupaciones, el estrés o las emociones intensas nos han robado el sueño, pero ¿qué sucede cuando los problemas para dormir se prolongan en el tiempo? Hay una serie de claves para valorar si tenemos o no un problema de sueño, como llevar varios meses con dificultades para dormir, despertarse varias veces durante la noche o no conseguir dormir más de 3-4 horas, o tardar más de media hora en conciliar el sueño… Lógicamente, dormir mal tiene sus consecuencias a nivel físico y emocional (cansancio, cambios de humor, irritabilidad, dificultades para concentrarse, somnolencia diurna…), lo que puede afectar al desarrollo de nuestras tareas o responsabilidades cotidianas. Antes de tomar pastillas, conviene probar con otros remedios naturales que pueden resultar eficaces, y sin efectos secundarios. Si optamos por una ayuda extra como las pastillas, conviene consultar con el médico ya que pueden provocar tolerancia (si se toman durante tiempo la dosis inicial no será suficiente para conseguir el efecto deseado) y dependencia.
Pastillas para dormir con o sin receta
Las pastillas, en función de su composición, se prescriben para ayudar a dormir, especialmente cuando están relacionados con cuadros de ansiedad, gracias a su efecto relajante y sedante. Entre las pastillas que el médico puede prescribir se incluyen Triazolam, Lormetazepan, Lorazepam (más conocido por la marca del medicamento, Orfidal), Alprazolam, Bromazepan, Clonazepam o Diazepam (más conocido como Valium).
Por su parte, sin receta médica se pueden adquirir en la farmacia pastillas para dormir con menos efectos secundarios, eso sí, solo en el caso de que se trate de un problema de insomnio puntual. En este caso, las más comunes son Difenhidramina o Doxilamina (más conocida como Dormidina o Dormirel).
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