Selenio: propiedades curativas

¿Sabías que el selenio nos protege contra los virus y ayuda a desintoxicar el organismo? Son algunas de las propiedades curativas de un oligoelemento que, aunque en menor cantidad que otros nutrientes, también juega un papel esencial dentro de una alimentación sana y equilibrada que ayuda a proteger nuestro organismo. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son las propiedades del selenio y en qué alimentos los podemos encontrar.

Refuerza las defensas

El selenio es un excelente aliado del sistema inmunitario. No podemos olvidar que, bien por tener un sistema inmune débil o en determinados momentos de la vida, nuestras defensas se ven mermadas. El selenio ayuda a incrementar las defensas naturales y a protegernos frente al ataque de los virus. El selenio es buen nutriente para la piel y refuerza el cabello y las uñas.

Bueno para la tiroides

Precisamente la glándula tiroides es la que mayor cantidad de selenio concentra, por lo que su carencia puede tener consecuencias para su correcto funcionamiento. Así, por ejemplo, la falta de selenio puede provocar inflamación crónica de la tiroides. Así que, a partir de ahora, no te olvides de que en tu dieta también hay que dejar hueco a este ingrediente.

Depurativo y antioxidanteUna de las cualidades del selenio es su capacidad de aplacar el efecto de los metales pesados que se acumulan en el organismo. Entre otros, ayuda a eliminar los restos tóxicos de las bebidas alcohólicas y del tabaco. Y otra cualidad no menos importante del selenio es su efecto antioxidante. De hecho, diversos estudios han constatado que el selenio puede ayudar a prevenir trastornos de la salud como los tumores o la aparición del Alzheimer. Su efecto antioxidante neutraliza el efecto de los radicales libres, preservando las células.

Alimentos ricos en selenio¿Cuáles son los alimentos que aportan más selenio a la dieta? En primer lugar, las nueces de Brasil son los frutos secos que más selenio contienen y los champiñones. Pepino, pipas de calabaza, atún, bacalao, legumbres (habas, judías, frijoles), ajo, ciruelas y huevos.

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