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La sarna o escabiosis es una enfermedad de la piel provocada en los humanos por el ácaro Sarcoptes scabei, de fácil contagio. Picores en la piel y erupciones cutáneas son los primeros síntomas de una infección que se transmite sobre todo por el contacto directo la piel.
Puede aparecer en cualquier zona del cuerpo, aunque lo más frecuente es en la zona de los antebrazos, muñecas, entre los dedos de las manos, axilas o abdomen. ¿Qué hacer si hay sarna?
Síntomas de la sarna
Los síntomas de la sarna se pueden confundir fácilmente con otros trastornos que afectan a la piel, por eso es importante consultar con el dermatólogo ante la mínima duda. Los primeros síntomas de la sarna aparecen después de un periodo de incubación de varias semanas.
Los ácaros se esconden en la capa más superficial de la epidermis donde depositan los huevos que liberarán las larvas unos 10-15 días después. El parásito que causa la infección no es visible a simple vista, siendo fundamental para prevenir la infección seguir cuidadosamente las normas de higiene diaria.
El picor intenso se acentúa por las noches, generado por la reacción alérgica a los ácaros y a sus huevos, provocando inflamación y erupciones cutáneas. El picor posterior rascado puede acentuar la lesión en la piel.
¿Cómo se contagia la sarna?
La infección por el ácaro de la sarna puede producirse a través del contacto indirecto con la ropa, (incluida la roma de camas y sillones), pero sobre todo a través del contacto directo de la piel, incluso con un simple apretón de manos.
¿Qué es la sarna noruega?
La conocida como sarna noruega es una variante más severa de la sarna común. También denominada sarna costrosa aparece en personas con un sistema inmunológico débil, y se caracteriza por la gran cantidad de ácaros y de huevos presentes en la piel.
Tratamiento de la sarna
Para el diagnóstico de la sarna es fundamental identificar los ácaros mediante una biopsia cutánea y determinar el tipo de tratamiento de uso tópico (cremas y lociones) para eliminar totalmente la presencia de ácaros y evitar recaídas. Este tratamiento también debe llevarse a cabo por aquellos que han tenido un contacto directo y prolongado con la persona diagnosticada con sarna.
Antes de aplicar la crema es aconsejable tomar una ducha caliente, ya que favorece la absorción del principio activo. Es fundamental seguir las indicaciones del médico sobre la duración del tratamiento y su aplicación.
Además, dado que el ácaro de la sarna es un parásito capaz de sobrevivir durante 24-36 horas fuera del cuerpo, es recomendable lavar a una temperatura superior a 50 grados toda la ropa interior, las prendas que llevemos durante el tratamiento, así como ropa de cama, toallas, albornoces, fundas de colchones, mantas de sofá… con las que hayamos podido estar en contacto. Para realizar esta limpieza podemos utilizar productos desinfectantes específicos.
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