¿Sales de casa sin gafas de sol?, ¿te desmaquillas antes de irte a la cama?, ¿usas correctamente las lentillas?, ¿cuántas horas al día pasas delante de la pantalla del ordenador, tablet o móvil?… Sencillas preguntas que desvelan hábitos que pueden resultar seriamente perjudiciales para tus ojos. ¿De verdad estás segura de que prestes la atención debida al cuidado de tus ojos? Los ojos, al igual que cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, desempeña un papel fundamental y por tanto requiere de unos cuidados específicos. No solo debemos preocuparnos por su salud cuando notamos los ojos enrojecidos o la vista cansada, por ejemplo, sino cada día.
Errores en salud visual
Cuidar la salud de tus ojos hoy es la mejor garantía de preservar la visión a medida que nos hacemos mayores. Toma nota de los errores más comunes en su cuidado.
Utilizar gafas de sol solo en verano
Un error común si utilizamos las gafas de sol como un complemento más de moda, cuando en realidad son un protector de los ojos, tanto en verano como en invierno, frente a los daños que pueden causar los rayos ultravioletas. De igual manera hay que elegir unas gafas de sol homologadas, acordes a nuestras necesidades y sin dejarnos llevar solo por el diseño.
Frotarse los ojos de manera habitual
Ya sea por picor o por sensación de cansancio, pero frotarse los ojos es un gesto tan habitual como poco recomendado. Un gesto sencillo pero que puede entrañar riesgos en forma de infecciones o de inflamación, ya que las manos son uno de los vehículos principales de transmisión de gérmenes. Si frotamos los ojos, hacerlo con las yemas de los dedos y de manera suave. Lo más aconsejable, en caso de picor, es recurrir al colirio o lágrimas artificiales.
Pasar mucho tiempo delante del ordenador
Ordenador, tablet o pantalla de cualquier dispositivo móvil. Suma las horas que pasas delante de ellos, haciendo trabajar a tus ojos. De entrada, tendemos a usarlos a una corta distancia, a lo que hay que sumar que durante este tiempo de atención se reduce el parpadeo, y con ello el aumento de riesgo de sequedad ocular. Para reducir los riesgos, lo más aconsejable es disminuir los tiempos de exposición, y en caso contrario, hacer descansos cada 20 minutos y enfocar la mirada durante 20 segundos a la distancia más lejana posible (el fondo de la estancia, mirar por la ventana…), la que se conoce como la regla 20/20.
Dormir con las lentillas puestas
Ya sea por pereza o por olvido, lo cierto es que un error que hay que evitar, porque llevar mucho tiempo las lentillas puestas resta oxigenación a los ojos y además, si dormimos con ellas, aumenta el riesgo de aparición de úlceras en la córnea.
Dormir con el maquillaje
Tan arriesgado como dormir con las lentillas puede ser hacerlo sin desmaquillarse. En el caso de los ojos, el rimel puede provocar una infección. De igual manera, a la hora de maquillarse, conviene evitar aplicar el delineador por el interior del ojo, ya que podemos obstruir las glándulas que hidratan el ojo.
Utilizar colirios o soluciones para lentillas caducadas
De entrada, antes de utilizar cualquier producto conviene consultar al médico o farmacéutico, sobre todo porque no hay que abusar de productos como los colirios o las gotas. De igual manera lo que nunca hay que hacer es utilizar productos caducados, ni colirios ni soluciones para lentillas.
No acudir a las revisiones periódicas
No solo corremos el riesgo de perder vista, sino que a medida que nos hacemos mayores somos más propensos a padecer determinados problemas. Por eso es importante acudir a las revisiones periódicas para corroborar que la salud de los ojos es óptima o, en caso contrario, para detectar cualquier posible alteración. Las revisiones son esenciales si tenemos antecedentes de glaucoma, diabetes o miopía alta.
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