Salud verano: 10 consejos para disfrutarlo sin riesgos. El verano es sinónimo de relajación y vacaciones, pero la salud no entiende de fechas. Seguir unos sencillos consejos nos ayudará a prevenir algunas de las molestias más comunes y, sobre todo, nos protegerá de los efectos perjudiciales del sol. Prestar especial atención a la hidratación es el primero de los diez consejos que ofrece el Ministerio de Sanidad dentro del Plan Verano. Disfruta del buen tiempo de manera saludable.
Temperaturas en ascenso y sol. Dos premisas veraniegas, época del año en la que buscamos la tranquilidad, pero para disfrutar del verano sin riesgo no debemos olvidarnos de seguir unos sencillos consejos para prevenir los efectos negativos que sobre la salud puede tener la exposición prolongada al sol o la subida excesiva de las temperaturas (ola de calor). El Plan Verano del Ministerio de Sanidad recoge en un decálogo los consejos básicos para disfrutar sin riesgos del verano. Acciones preventivas que está en nuestra mano poner en práctica.
- La hidratación es fundamental. Durante las épocas de más calor, es aconsejable incrementar la ingesta de agua y líquidos. No debemos esperar a tener sed para beber.
- En la dieta, es aconsejable incrementar las ensaladas, frutas y verduras y los zumos naturales, fuentes extraordinarias de antioxidantes que nos ayudan a reponer la energía y las sales perdidas por la sudoración.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína, ya que no solo pueden hacer que perdamos más líquido corporal sino que no suelen mitigar la sed.
- Evitar la práctica de ejercicio físico o al aire libre en las horas centrales del día, es decir, entre las 12 y las 17 horas. De igual manera también hay que evitar la exposición prolongada al sol durante estas horas. Tanto si tomamos el sol como si practicamos deporte al aire libre debemos aplicarnos una protección adecuada en nuestra piel.
- Prestar especial atención a los grupos de riesgo, tales como los niños, mayores y personas diagnosticadas de patologías –entre ellas los problemas cardiacos- que pueden agravarse por el calor o una hidratación incorrecta.
- Para combatir las altas temperaturas, es aconsejable permanecer el máximo tiempo posible en espacios frescos, climatizados o a la sombra.
- Utilizar ropa holgada, ligera, de tonos claros. Es mejor decantarse por tejidos que permitan transpirar a nuestra piel.
- Si estamos tomando medicamentos, evitar las altas temperaturas ya que pueden alterar su composición y, por tanto, sus efectos.
- Evitar permanecer demasiado tiempo dentro del vehículo estacionado y cerrado, sobre todo en el caso de los más pequeños y mayores.
- Si nos sentimos mal y los síntomas se prolongan más de una hora conviene consultar al médico.
Problemas más comunes en verano
La gastroenteritis, salmonelosis (generalmente provocada por la aparición de bacterias en alimentos como huevos o salsas), los cortes de digestión, la aparición de hongos, quemaduras, picaduras de insectos e infecciones oculares –conjuntivitis- son algunos de los trastornos veraniegos más comunes que se suelen presentar.