Salud cardiovascular: Actúa ahora para prevenir mañana

Salud cardiovascular: Actúa ahora para prevenir mañana. La enfermedad cardiovascular y el infarto se pueden prevenir. Dieta sana, actividad física y mantener alejado el tabaco son las tres claves para reducir los riesgos cardiovasculares, enfermedad a la que las mujeres somos más vulnerables. Las cifras son elocuentes y, en este caso, deben ayudar a concienciarnos sobre la importancia de cuidar nuestro corazón. Las enfermedades cardiovasculares están detrás del 47% de fallecimientos en Europa, el 31% en nuestro país.
 
Y en el caso de la mujer, es la principal causa de fallecimiento, tres puntos por encima del hombre. Son los datos dados a conocer por la Fundación Española del Corazón, coincidiendo con la celebración de la Semana del Corazón, para recordarnos que darle a la vuelta a estas cifras está, de entrada, en nuestras manos. Tan sencillo como revisar nuestros hábitos y modificar aquellos errores que estamos cometiendo y que pueden vulnerar nuestra salud. Tres claves, tres premisas para cuidar nuestro corazón: Dieta, actividad física y dejar el tabaco.
 
¿Por qué las mujeres somos más vulnerables? Curiosamente, el riesgo femenino ha venido estando infravalorado. El motivo puede estar en que, hasta la etapa de la menopausia, las hormonas femeninas ejercen de escudo protector de nuestro corazón (protección natural de los estrógenos), por lo que los problemas cardiovasculares suelen presentarse a partir de esa edad. Además, tal y como explican los médicos y especialistas, el estilo de vida de la mujer ha dado un cambio importante en las últimas décadas. El número de mujeres fumadoras, por ejemplo, es también cada vez mayor, al tiempo que el estrés (motivado por el exceso de responsabilidades tanto dentro como fuera del trabajo) también nos acecha a menudo. Factores que también influyen directamente en nuestra salud y que, como añaden los especialistas, debemos tratar de prevenir.
 
Hay que subrayar, y esto es importante, que prevenir es invertir en salud, y que no se trata de prohibir, sino de promover hábitos saludables. La falta de ejercicio físico o sedentarismo resta años. Mantenernos activos, realizar al menos treinta minutos de actividad física durante cinco días a la semana, nos ayudará a proteger nuestro corazón y a reducir los riesgos de padecer otras patologías como diabetes, hipertensión arterial u obesidad. Y un apunte a tener en cuenta, la actividad física no solo se traduce en hacer deporte. Tal y como apuntan los médicos, otras actividades como los quehaceres domésticos también cuentan.
 
La segunda premisa para proteger nuestro corazón es adoptar una dieta cardiosaludable, una dieta rica en frutas y verduras. Es aconsejable moderar o evitar en lo posible los alimentos procesados, con alto contenido de sal, de azúcar y grasas trans o saturadas. Precisamente, entre los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares se encuentran los niveles altos de colesterol, la presión sanguínea, el sobrepeso u obesidad, los niveles altos de glucosa en sangre.
 
Y, por último, aunque no menos importante, decir no al tabaco. Los médicos lo tienen claro: Uno de cada dos fumadores fallecerá a causa de una patología relacionada con el consumo de tabaco. Los beneficios de abandonar el hábito del tabaco son innumerables.