El riesgo de infarto aumenta con la edad, especialmente en el caso de las mujeres cuando las hormonas femeninas (estrógenos) empiezan a descender, y con algunos hábitos que sin saberlo ponen en riesgo tu corazón.
¿Cuáles son los factores de riesgo que influyen en un infarto? Una dieta demasiado rica en grasas, el sedentarismo, el tabaco, la hipertensión o el colesterol son factores de riesgo del corazón sobradamente conocidos, pero no los únicos. Hay otros menos conocidos, pero igual de peligrosos para tener un corazón saludable.
Los síntomas de un infarto en la mujer son diferentes a los de los hombres. En las mujeres, los síntomas son dolor de estómago, sensación de mareo y de falta de aire, y presión en la zona superior de la espalda. Descubre qué cosas aumentan las probabilidades de sufrir un infarto.
El ibuprofeno es malo para el corazón
Diversos estudios han constatado los efectos secundarios del ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo, aumentando el riesgo de insuficiencia cardíaca, de infarto de miocardio o de insuficiencia renal cuando se abusa de su consumo o se toman de forma inadecuada. Uno de los estudios más recientes, realizado por un equipo de investigadores daneses y publicado en el European Heart Journal, confirma que tomar ibuprofeno sin receta médica puede aumentar un 31% las probabilidades de tener problemas cardíacos.
Tener muchos hijos afecta al corazón
Las mujeres que han tenido más de un parto, ¿tienen más riesgos de padecer un infarto? La ciencia también ha indagado en cómo afectan los cambios derivados del embarazo y el parto a las madres, y en concreto un estudio publicado por Circulation, de la Asociación Americana del Corazón. Los investigadores apuntan a que tener más hijos aumenta el riesgo de desarrollar fibrilación auricular.
Las mujeres con cuatro o más hijos tienen, según estas investigaciones, entre un 30-50% más probabilidades de sufrir arritmisa. Los partos prematuros también aumentarían el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Comer mal enferma el corazón
Saltarse las comidas o llevar unos horarios irregulares, abusar del picoteo y los alimentos menos saludables son hábitos perjudiciales para la salud cardiovascular. Una alimentación desequilibrada aumenta los riesgos de padecer trastornos asociados al corazón, como colesterol o hipertensión arterial.
Avergonzarse del cuerpo
Sentirnos acomplejados o incómodos a la hora de hablar sobre el peso puede llevarnos a descuidar la salud del corazón. Esto es precisamente lo que plantea una investigación de la Universidad de Pensilvania, sobre el impacto negativo que pueden provocar los comentarios o consejos de otras personas cuando notan que hemos ganado algunos kilos de más.
Esta situación puede generar ansiedad y caer en la tentación de calmarla comiendo más, y aquí es donde empezamos a poner en riesgo el sistema cardiovascular.
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