Cuando hablamos de revisión ginecológica muchas veces nos preguntamos en qué consiste y nos asaltan dudas del tipo: ¿cuándo me la tengo que hacer?, ¿me harán daño?, ¿dónde tengo que ir?, ¿cuántas pruebas me van a hacer?
- Lo primero es ¿Cuándo?: Cuando empieces a mantener relaciones íntimas o siempre que tengas algún tipo de problema ginecológico como ausencia de menstruación, reglas dolorosas, flujo con color extraño, bultos extraños en el pecho o genitales…
- ¿Qué hacer? Ir al médico de cabecera en cuanto puedas, él te hará una serie de preguntas (muchas) y probablemente hará una primera exploración. Las preguntas van desde cuando fue tu primera regla, si es regular, si tomas algún tipo de anticonceptivo, si tienes pareja… No te pongas nerviosa, piensa que es por tu bien y se trata de averiguar todo lo que se pueda de tu vida íntima y hábitos diarios. Se abierta, estás con un profesional.
- ¿Qué pruebas me harán?. Esto varía. Tras ir al médico de cabecera, este te dará cita con el especialista. Normalmente, si no te ve nada extraño, irás a la comadrona para una citología, que simplemente consiste en coger muestras de la pared del útero con la ayuda de un aparato llamado espéculo, y te mandará unos análisis de sangre. Si hay alguna complicación como por ejemplo bultos o quistes, irás directamente al ginecólogo que probablemente junto con lo anterior te mande también una ecografía,que no sólo se usa cuando estás embarazada y que consiste en pasar un aparato, parecido a un lector de código de barras por tu estómago, que a modo de rayos-x deja ver tus órganos reproductores, y una mamografía que consiste en lo mismo pero con un aparato especial para el pecho. Existen otros tipos de pruebas más específicos que sólo te harán si ven algo extraño en las anteriores: densitometrías óseas (mira la cantidad de calcio de tus huesos), (colposcopia (usan una cámara para examinar el apararto reproductor femenino), estudios hormonales…
- Lo más importante es: ¿va a doler?, pues para ser francos si tienes que hacerte una mamografía duele, a día de hoy parece mentira que no hayan inventado nada menos aparatoso para hacer un examen del pecho. La citología no suele doler, lo importante es ir calmada y sin nervios, ellos son profesionales y saben cómo hacerlo con cuidado, y si te hacen daño les avisas e intentarán ir con más tacto.
En definitiva, hay que hacerse revisiones periódicas porque es la única manera de prevenir enfermedades como el cáncer, no es algo cómodo tanto física como psicológicamente pero si es importante hacerlo, así que si aún no has ido no lo dudes y ánimo.