La artritis y la artrosis son dos dolencias que afectan a los huesos y las articulaciones y que, además, pueden llegar a ser extremadamente dolorosas. Para combatir el dolor, podemos recurrir a algunos remedios naturales y eficaces.
La artritis es una dolencia crónica que suele aparecer entre los 30 y los 40 años. Una enfermedad cuyo síntoma más característico es la inflamación de las articulaciones. También produce dolores articulares, fatiga, debilidad, pérdida de peso e, incluso, depresión. Por su parte, la artrosis es más común a partir de los 50, pero puede dar la cara antes. La artrosis está causada por el desgaste de los discos intervertebrales. Cuando pierden elasticidad y se aplastan, las vértebras rozan unas con otras. También es habitual la formación de unos sobrehuesos denominados osteofitos. El dolor se acompaña de rigidez y pérdida de movilidad.
Artritis y artrosis: remedios naturales
Al tratarse de dolencias crónicas y degenerativas, no tienen curación, pero sí se pueden paliar sus síntomas y retardar su evolución. Además del tratamiento prescrito por el médico (analgésicos, antiinflamatorios…), también hay una serie de remedios naturales que pueden ayudar a combatir el dolor y a mejorar la calidad de vida.
- La pasiflora, en infusión, es un buen aliado herbal para las personas aquejadas de rigidez muscular. El mundillo es otra alternativa a tu alcance. Para potenciar su efecto relajante y analgésico, puede combinarse con sauce blanco y harpagofito.
- El saúco, tomado en infusión, es un excelente remedio para aliviar los síntomas de la artritis. Gracias a su acción antiinflamatoria y depurativa, la tisana de esta planta facilita la movilidad de las articulaciones y favorece la eliminación de sustancias de desecho, lo que mejora el tratamiento de la artritis.
- Otro aliado natural, el fresno. Por su acción antiinflamatoria y calmante, las hojas en decocción, mezcladas a partes iguales con harpagofito, coronilla de fraile y ortosifón, son eficaces para mejorar el tratamiento de la artrosis. Este preparado también se puede utilizar para aplicar sobre la zona dolorida en casos de artrosis (de rodilla, de cadera…), embebiendo una compresa en la mezcla caliente.
- El harpagofito y la cúrcuma, en infusión o en cápsulas, son utilizadas para los dolores musculares. Sin embargo, el harpagofito puede provocar molestias estomacales, por lo que no se recomienda tomar en caso de gastritis o úlcera gastroduodenal. Gracias a su contenido en curcumina, la cúrcuma ejerce un más que considerable efecto antiinflamatorio, muy indicado en casos de artritis reumatoide o de dolores musculares.
- Aplicar sobre la zona dolorida una compresa embebida en una infusión de lavanda mitiga el dolor. Utiliza dos cucharadas de esta planta, de efecto analgésico y antiinflamatorio, por vaso de agua hirviendo y deja reposar para que se enfríe un poco.
- Otro de los remedios más clásicos es hacer fricciones con ajo y alcohol. Para prepararlo, hay que dejar en reposo, durante un mes, once ajos pelados en alcohol. Con una gasa empapada en la mezcla, aplicamos sobre la zona dolorida.
Un último consejo, relacionado con la dieta. Ciertos alimentos, entre los que se incluyen los tomates, las berenjenas, las patatas y el pimiento, pueden favorecer la inflamación de las articulaciones y la rigidez músculo esquelética en personas sensibles a la solanina, una sustancia presente en estos alimentos. La cocción reduce a la mitad su presencia, siendo una alternativa idónea para las personas aquejadas de artrosis, artrisis, dolores musculares. Para mantener los huesos en buen estado, toma cacahuetes. Ricos en proteínas, vitaminas B y grasas (como Omega 6), los cacahuetes ayudan a reforzar el sistema óseo, gracias a su contenido en minerales como potasio, hierro, calcio, magnesio y fósforo.
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