Quistes de ovario: Cómo saber si hay riesgo

Los quistes de ovario, cuando son malignos, suelen ser asintomáticos, es decir, no hay síntomas que los delaten. ¿Cómo saber si hay riesgo?, ¿es cierto que los quistes de ovario pueden desaparecer solos? Son algunas de las preguntas a las que vamos a tratar de dar respuesta. Siempre que tengas dudas, consulta al ginecólogo.
 
Un quiste ovárico se puede definir como una acumulación o bolsita de líquido que aparece en el ovario. La mayoría de estos quistes van asociados a la ovulación, por lo que aparecen durante la edad fértil, y suelen reducir su tamaño con el tiempo, en uno o dos meses.
Aunque en la mayoría de los casos, los quistes ováricos son benignos (también llamados quistes funcionales), en otros pueden surgir complicaciones (quistes cancerosos), por lo que requieren de tratamiento. Por este motivo, ante la aparición de un quiste, es conveniente controlarlo, para comprobar si en plazo de varios meses ha desaparecido o el bulto ha aumentado de tamaño. Si aparece tras la menopausia, el riesgo es mayor, por lo que hay que evaluarlo lo antes posible para descartar que sea maligno.
 

Quistes de ovario: diagnóstico

El diagnóstico nos permite determinar si hay riesgo ante la aparición de un quiste de ovarios. ¿Cómo saber si hay riesgo? Un análisis de sangre puede ser útil para determinar si hay riesgo de cáncer de ovario (especialmente cuando hay antecedentes familiares) por mutación de los genes BRCA1 y BRCA2. Por su parte, es aconsejable realizar una ecografía vaginal anual, y en caso de detectar la presencia de un quiste buscar un marcador tumoral en la sangre (la proteína CA-125).
 

Quistes de ovario: tratamiento

Cuando se trata de quistes funcionales o benignos, el médico puede aconsejar tomar la píldora anticonceptiva, para evitar la ovulación y, con ello, la formación de estos bultos.
 
A la hora de decidir el tratamiento para eliminar los quistes, el médico tendrá en cuenta la edadde la mujer, su tamaño, la presencia o no de menstruación y los síntomas que le acompañan. Cuando el quiste no desaparece después de varios ciclos menstruales, o cuando ha aumentado de tamaño o bien la ecografía desvela que no se trata de un tumor funcional, lo más común es extirparlo. Si los quistes son de tamaño pequeño, se realizará una laparoscopia, la cual se realiza a través de un ligero corte en la zona del ombligo. Si el quiste es grande, entonces se suele recurrir a una laparotomía, la cual requiere una incisión más grande. Cuando el quiste es sospechoso, habrá que analizar su tejido para determinar si es canceroso.
 
Aunque, como hemos señalado, la mayoría de los quistes en los ovarios que aparecen durante la edad fértil de la mujer (periodo de ovulación) suelen ser benignos, conviene no subestimarlos y estar pendientes de las señales que nos envía nuestro cuerpo. Siempre que tengamos dudas, lo mejor es recurrir al médico.
 
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