Detectar el cáncer de mama en un estadio precoz es una de las medidas más efectivas para aumentar las tasas de supervivencia. La mamografía es la prueba para detección del cáncer de mama más eficaz. Una radiografía de la mama capaz de detectar lesiones en estadios muy incipientes, hasta dos años antes de que sean palpables.
La detección precoz del cáncer de mama se traduce en tratamientos menos agresivos para la mujer, y por tanto menos secuelas físicas y psicológicas. Y lo que es más importante, en tasas de supervivencia cercanas al 100%. El cáncer de mama es el tumor femenino más frecuente, diagnosticándose cada año una media de 26.000 tumores en nuestro país, y se estima que 1 de cada 8 mujeres sufrirá esta enfermedad.
¿Cuál es la mamografía más eficaz?
Hay dos tipos de mamografías, las mamografías convencionales y las digitales, y cuya diferencia radica en las imágenes obtenidas. Pero los avances en investigación y las nuevas tecnologías han permitido el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos. Surge así la mamografía con tomosíntesis, que puede ser hasta un 20% más eficaz que la mamografía convencional en la tasa de detección del cáncer de mama.
¿Qué es una mamografia con tomosintesis?
La tomosíntesis es una mamografía en 3D que informa, cuando existe una lesión sospechosa, de su forma, contorno, tamaño, ubicación y extensión dentro de la propia mama para una mejor planificación de la cirugía. Tal y como explica el doctor José Luis Pérez Aranda, radiólogo responsable de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital La Milagrosa, es el resultado de la fusión de dos métodos radiológicos, la mamografía digital 2D y la tomografía.
Ventajas de la tomosintesis sobre la mamografia digital
- La tomosíntesis permite obtener una imagen de la mama en 3D.
- En caso de lesión sospechosa, permite conocer con precisión su forma, contorno, tamaño, ubicación y extensión dentro de la mama.
- Realizar cortes milimétricos de la mama, y en caso de lesión cancerosa planificar mejor la cirugía.
- Facilita el diagnóstico de lesiones muy pequeñas y sutiles, sobre todo en las mujeres entre los 40-50 años cuyas mamas tienen mucha glándula (tejido denso) propio de la edad.
La prevención es clave en la detección del cáncer de mama, tal y como subrayan las campañas y programas de screening, especialmente dirigidos a las mujeres de mayor riesgo (entre los 50 y los 65 años), y a las que se recomienda la realización de mamografías cada 1-2 años.