Un psicópata, en términos psiquiátricos, es aquel que padece psicopatía, entendida como una anomalía psíquica (no física) que puede alterar la conducta social de quien la padece. Hay que empezar señalando que el perfil del psicópata está rodeado de muchos mitos y creencias falsas, sobre todo motivadas por el cine o la literatura de género negro. Y es que la palabra psicópata, aunque nos pueda hacer pensar de manera casi irremediable en personajes del cine o la televisión, como Anibal Lecter o Dexter, lo cierto es que no todos los psicópatas cometen actos delictivos o ejercen acciones violentas sobre los demás. De hecho, a simple vista, nadie diría que tienen un perfil de psicopatía. ¿Cómo reconocerlos?, ¿conviene mantenerse alejados de los psicópatas como de las personas tóxicas?
Perfil del psicópata
Las personas con perfil psicópata se caracterizan por unos rasgos comunes en su conducta y personalidad, más o menos acentuados en función de cada persona. El rasgo más destacado está directamente relacionado con las emociones, las cuales sienten y canalizan de manera muy diferente. Lo cierto es que los psicópatas pueden mostrarse, en apariencia, extrovertidos, seductores y habladores, pero detrás de esta máscara también tienen tendencias narcisistas, manipuladoras y egocéntricas. El psicópata suele ser una persona fría, incluso superficial, poco dada a manifestar sus verdaderos sentimientos y tampoco se deja llevar por el remordimiento o la culpa. No suele mostrar empatía ni preocupación por las consecuencias de lo que dice o hace y tiende a marcar distancias emocionales con el resto.
El psicópata, no obstante, tiene muy claro lo que quiere y hará lo que sea necesario para conseguirlo, sin importarle en muchas ocasiones los sentimientos de los demás, y para ello no dudarán en mentir o en manipular.
Otro de los rasgos característicos de los psicópatas es su impulsividad. Lejos de ser personas reflexivas, se dejan llevar por sus impulsos (falta de control conductual) y, ante una situación conflictiva, pueden volverse incluso agresivos y ofensivos, ya que si consideran que han sido provocados no dudarán en responder sin pensar mucho en las consecuencias. La persona psicópata no acepta sus errores ni las opiniones contrarias.
Cómo huir de ellos
Si la intuición o ciertos detalles te avisan de que estás ante un psicópata, lo primero que hay que hacer es detenerse y reflexionar sobre si cumple las características emocionales o psíquicas antes descritas. A un psicópata no se le puede cambiar ni dar segundas oportunidades, porque el mínimo contacto lo aprovechará para seguir manipulando. Lo mejor es mantener las distancias de manera educada y, en caso de no poder evitar el contacto (por tratarse de un compañero/a de trabajo o familiar), hacerlo de forma breve y sin facilitar más información de la estrictamente necesaria.
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