Prótesis mamarias PIP: ¿Cómo actuar ante la alerta sanitaria? Francia fue la encargada de dar la voz de alarma sobre la implantación de prótesis mamarias defectuosas, las cuales estaban poniendo en serio riesgo de salud a las mujeres que se habían sometido a estas operaciones. España no ha sido ajena a este grave problema y desde el Ministerio de Sanidad ya se ha anunciado que se llevarán a cabo las revisiones a aquellas mujeres que se sometieron al implante de mamas en clínicas privadas desaparecidas o en el extranjero.
¿Cómo actuar ante la alerta generada por las prótesis PIP? Ante la mínima duda, lo más aconsejable es acudir a una revisión, sobre todo si sospechamos que podemos ser portadoras de los implantes de mama de la marca francesa Poly Implant Prothèse (PIP), cuyo riesgo de rotura obligaría a su sustitución. De hecho, el Ministerio de Sanidad ya ha anunciado que se están llevando a cabo las revisiones de aquellas mujeres que se sometieron a una mastectomía a través de la Sanidad Pública, al tiempo que también se han comprometido a revisar a las que se operaron en clínicas privadas ya cerradas o en el extranjero.
Francia fue la encargada de dar la voz de alarma, y aunque en un principio se pensó que solo las mujeres francesas habían recibido prótesis defectuosas y fraudulentas, la alerta sanitaria se ha extendido a otros países con la aparición de los primeros casos. España no se ha quedado fuera y el Ministerio de Sanidad, en colaboración directa con la Sociedad Española de Cirugía Estética y la Federación de Clínicas Privadas, ha tenido que tomar cartas en el asunto. Así, el primer consejo para las mujeres que se implantaron prótesis en clínicas privadas es que acudan a estos mismos centros a realizarse las pruebas pertinentes. El problema viene cuando estas clínicas ya han cerrado o cuando la operación se realizó en países de fuera de España. Para eludir mayores riesgos, y para evitar que la polémica sanitaria alcance cotas mayores, Sanidad ha alanzando un acuerdo con todas las Comunidades Autónomas para que las mujeres puedan acudir a recibir atención en sus respectivos centros de salud. A este respecto hay que recordar que los implantes de mamas en la Seguridad Social solo se realizan por prescripción médica, es decir, por cuestiones de salud (tras sufrir un cáncer de mama) y no de estética.
Las prótesis PIP fueron retiradas por el propio Ministerio de Sanidad en el año 2010, después de que el país galo vecino hiciera pública la composición fraudulenta y tóxica de estos implantes, ya que el gel de silicona que se estaba utilizando no era de calidad ni cumplía los requisitos sanitarios mínimos, lo que en gran parte motivaba su bajo coste en el mercado frente a otras marcas. De hecho, se ha llegado a hablar incluso del uso de productos químicos y otros derivados en su fabricación. A este respecto, los profesionales de la cirugía han pedido un mayor control de las autoridades sanitarias (tanto de la Agencia del Medicamento de Estados Unidos como de Europa) para evitar que se repitan casos como el que ahora estamos viviendo.
Un problema sanitario que también ha constatado que en España, hasta ahora, no existía ningún registro de implantes mamarios realizados. De esta manera, a partir de ahora, el Ministerio ya ha indicado que las comunidades deben recoger todos estos datos, ya que uno de los problemas principales es que se desconoce el número real de mujeres que se han podido ver afectadas tras recibir unos implantes que, en ningún caso, hubieran pasado un control sanitario estricto. Se calcula que en España puede haber unas 10.000 mujeres afectadas, si bien no todas tienen por qué haber sufrido molestias.
Aunque de momento los cirujanos plásticos y de cirugía estética y reparadora han asegurado que no se ha presentado ningún caso de desarrollo de cáncer a consecuencia de la implantación de estas prótesis en nuestro país, sí pueden surgir complicaciones de otro tipo, como inflamaciones por la rotura.