Los probióticos son ingredientes presentes en los alimentos funcionales, una etiqueta que constata sus valores nutricionales, su aporte calórico y las propiedades que se traducen en beneficios para la salud, fundamentalmente para el sistema digestivo e intestinal.
Los probióticos y prebióticos están cada vez más presentes en nuestra dieta. Los yogures enriquecidos con lactobacillus o con fructooligosacáridos son un ejemplo de los componentes extra de determinados alimentos. Cualquier leve déficit nutricional puede alterar el equilibrio de nuestro organismo, y ahí entran en juego los probióticos y prebióticos. ¿Cómo funcionan?, y sobre todo, ¿dónde obtener probióticos y prebióticos?
¿Qué son los probioticos y prebioticos?
Los probióticos contienen microorganismos vivos que, entre otros, potencian el desarrollo de las bacterias beneficiosas (también llamadas bifidus y lactobacillus acidofilus), mejoran la digestión y el tránsito intestinal.
No es la única función beneficiosa que se le reconoce a los probióticos, ya que se les considera capaces de actuar como defensa para evitar el desarrollo excesivo de bacterias patógenas en el intestino, causa de enfermedades, al tiempo que son esenciales para mantener un sistema inmunitario saludable.
Los probióticos son los que más se han utilizado para la conservación de alimentos, por ejemplo, al fermentar la leche para elaborar yogur.
Por su parte, los prebióticos son ingredientes no digeribles o sustancias alimenticias que favorecen el desarrollo selectivo de las bacterias intestinales beneficiosas, siendo los más conocidos la inulina, la oligofructosa y la fructooligosacáridos.
La mayoría de los prebióticos se utilizan como ingredientes de alimentos, en galletas, cereales y productos lácteos, pero también están presentes de manera natural en alimentos como el ajo, cebolla o alcachofas. La cantidad recomendada por los expertos en nutrición es de 2 a 6 gramos al día.
Beneficios de los probioticos
Los probióticos y prebióticos son objeto de atención por parte de la comunidad médica y científica. La Organización Mundial de la Salud, OMS, en un informe conjunto con la FAO sobre evaluación de las propiedades saludables y nutricionales de los probióticos en los alimentos, señala que entre los beneficios para la salud “se incluyen afecciones tales como infecciones gastrointestinales, ciertos trastornos intestinales, alergias e infecciones urogenitales que afligen a gran parte de la población mundial”.
Además, cuando los probióticos son admnistrados en cantidades adecuadas ayudan prevenir ciertas enfermedades y modular la inmunidad del huésped.
¿Para qué son buenos los probióticos?
- Mejorar la salud intestinal.
- Favorecer el equilibrio de la flora intestinal.
- Mejorar el tránsito intestinal y reducir la sensación de hinchazón.
- Disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos.
- Alivar los síntomas de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
Por su parte, los beneficios de los prebióticos son:
- Estimular el sistema inmunitario.
- Frenar las bacterias patógenas de la flora intestinal.
- Favorecer la absorción de los minerales (magnesio, calcio).
- Evitar el estreñimiento y reducir los gases.
- Combatir la enfermedad inflamatoria intestinal.
¿Dónde se encuentran los probióticos y prebióticos?
- Yogur
- Leche fermentada
- Bebidas de zumo con leche fermentada
- Miso
- Tempeh
- Chucrut o col blanca fermentada
- Bebidas de soja
- Té de kombucha
- Chocolate
- Suplementos nutricionales, en forma de cápsulas, comprimidos o en sobres.
Entre los alimentos que contienen prebióticos:
- Raíz de achicoria
- Cebolla
- Puerro
- Alcachofas
- Cebolla
- Harina de trigo
Y los probióticos no solo te cuidan por dentro a través de la alimentación, también por fuera, con la innovadora cosmética probiótica que no te puedes perder.