Pies en invierno: problemas y cuidados

pies en invierno
El frío propio del invierno puede favorecer la aparición o agravar los problemas de los pies, de ahí la importancia de adoptar una serie de cuidados básicos, como usar unos zapatos adecuados, no demasiado ajustados, y evitar la humedad en los pies. Unos pies sanos y fuertes son indispensables para disfrutar de una buena calidad de vida.
 
El pie, además de una gran movilidad, también tiene muchas partes sensibles, especialmente la articulación del tobillo que genera la mayor parte de los movimientos y, anatómicamente, el antepie, donde más sobrecarga recibe. No es la causa directa, pero el tipo de calzado sí es un factor de riesgo que agrava dolencias que la mayor parte tienen predisposición a padecer.
 
Dolor en dedos del pie, dolor en planta o talón, aparición de juanetes o callosidades son algunos de los problemas más comunes, a los que en invierno se suman la sequedad (pies, talones), la sudoración excesiva y un mayor olor de pies (favorece la aparición de hongos) o las rozaduras. Las uñas mal cuidadas también pueden dar problemas. Si es nuestro caso, conviene consultar al médico para confirmar la causa del problema y aplicar el tratamiento más adecuado. El primer paso en el diagnóstico es la exploración física. Es muy importante subrayar que, ante un problema en el pie, hay que solucionarlo, ya que puede repercutir en otras zonas corporales. Así, por ejemplo, al apoyar mal el pie, la cadera o la columna, por ejemplo, también sufren. Esto es porque el pie está unido al resto de articulaciones. De hecho, en ocasiones el origen de un problema en el pie está en otras partes del cuerpo.
 
La piel de los pies, debido a su función, tiene unas características especiales, entre las que destaca la alta producción de queratina. Esta sustancia aumenta el espesor de la capa córnea a la piel en mayor proporción que en ninguna otra parte del cuerpo. La mayoría de las lesiones cutáneas del pie tienen que ver con el exceso de queratina y suelen tener su origen en heridas, contusiones o rozaduras.
 

Pies en invierno: cuidados

Los pies en invierno hay que cuidarlos. Las lesiones y problemas que puedan presentarse pueden ser prevenidos, en la mayoría de los casos, con una higiene diaria adecuada, la vigilancia de las lesiones incipientes y el uso de un calzado de calidad adaptado a cada situación.
 

Pies en invierno: consecuencias uso calzado inadecuado

Los pies soportan todo nuestro peso y se adaptan a los diferentes terrenos por lo que nos movemos. La parte delantera del pie soporta el 43% de nuestro peso y la parte de atrás, el 57%. Si nos subimos a un tacón la parte de delante del pie soporta casi un 60% de peso; si es de 10 centímetros a más, casi todo el peso recaerá en la punta. Siete de cada diez personas, según datos médicos, tienen problemas en los pies derivados del uso inadecuado de calzado.
 
El calzado usado aporta datos interesantes sobre nuestra forma de caminar. Hacerse el calzado a medida, en algunos casos (pies delicados, juanetes…), es una solución eficaz por su mayor comodidad y para ayudar a aliviar los dolores. La zona delantera del pie es la que más sufre con un zapato inadecuado –por ejemplo, demasiado estrecho delante-.
 
¿Qué cualidades debe reunir un buen calzado?

  • Debe ser de la talla que corresponde al tamaño de los pies.
  • Los materiales deben ser flexibles, transpirables, protectores y aislantes del frío y del calor.
  • El tacón debe tener entre 2 y 3 centímetros.
  • La suela debe ser de material antideslizante, de cuero o de goma.
  • El diseño debe ser lo más ergonómico posible, forrado y sin costuras interiores.
  • El calzado es de uso personal. Recordar que el que le va bien a una persona, no tiene por qué ser bueno para otra.
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