El ombligo es una de las zonas corporales más elegidas para ponerse un piercing, especialmente entre las más jóvenes. Sin duda, lucir un pequeño diamante en el centro del vientre puede resultar muy bello y atractivo. Pero además de la estética, hay que tener en cuenta la salud antes de ponérselo. Vamos a ver todo lo que debes saber sobre el piercing en el ombligo antes de hacértelo.
Para lucir ombligo con estilo, sin duda, el piercing se ha convertido en una toda una tendencia, sobre todo entre los jóvenes. Llevar un piercing en el ombligo puede resultar atractivo, sensual, especialmente en verano y acompañado de un bonito bronceado. Pero antes de ponerse un piercing, hay que subrayar que lo que en apariencia parece tan sencillo, puede conllevar riesgos para la salud, sobre todo si no se realiza por profesionales serios y que cumplan todas las normas de higiene de manera estricta. Riesgos como infecciones en el ombligo tras la perforación para colocar el aro o pendiente. Por este motivo, antes de hacértelo conviene conocer muy bien cómo se debe hacer.
Piercing en el ombligo: riesgos
En líneas generales, el piercing en el ombligo consiste en un pequeño orificio en el colgajo de piel que sobresale por encima del ombligo. Se trata de una técnica rápida, no muy diferente de la utilizada para hacer los clásicos agujeros en las orejas. Sin embargo, los riesgos pueden surgir cuando se produce alguna de estas situaciones:
La higiene es esencial, porque nuestro ombligo es un verdadero depósito de gérmenes de todo tipo, y una herida en esa zona se puede infectar muy seriamente. Por lo tanto, precaución.
Piercing ombligo: ¿duele al hacerlo?
El dolor que puede aparecer al hacer la perforación en la piel situado encima del ombligo -con una aguja- es muy subjetivo, ya que depende del umbral del dolor de cada persona. Generalmente, se trata de un dolor de intensidad normal, pero si la joya o pendiente hipoalergénico que se inserta se hace de la manera correcta, el dolor desaparecerá enseguida. Sin embargo, como todas las pequeñas heridas, durante los primeros días podemos notar la zona del ombligo dolorida, por lo que hay que extremar sus cuidados. Además de la desinfección y limpieza diaria, como hemos visto anteriormente, conviene no dormir boca abajo, para evitar roces. También hay que evitar la exposición de la zona al sol, nadar en el mar o ensuciarse con arena. Si después de las primeras semanas nota que la zona sigue enrojecida, incluso dolorida al tocar, es muy probable que haya una infección, por lo que se debe acudir inmediatamente al médico.
Piercing en el ombligo: infecciones
Fundamentalmente, podemos hablar de cuatro posibles reacciones adversas al piercing en el ombligo:
Además, tras sustituir la joya hipoalergénica por otra de otro metal, puede aparecer una una alergia a este último. Si aparece alguna de estas infecciones, el piercing debe ser retirado, sobre todo en caso de fibroma o granuloma.
Antes de hacerse un piercing, algo que puede parecer inofensivo como los tatuajes, hay que ser conscientes de lo que vamos a hacer con nuestro cuerpo, y ser muy escrupulosos en la elección del profesional que lo realizará, así como en el cuidado de la herida durante el tiempo de curación.
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